La masiva mortandad de ciervos de la pasada primavera va a tener una negativa incidencia en la berrea de este año
Aunque a lo largo de los últimos meses se han venido haciendo censos de ciervos en la Sierra de Baza, no se han hecho públicos sus resultados y no hay datos fehacientes sobre la actual población de esta especie, que en cualquier caso se estima quedó muy mermada por el crítico episodio vivido esta primavera
© José Ángel Rodríguez
Cierva con su cría, moviéndose por la zona del pinar oromediterráneo del Parque Natural Sierra de Baza.
Como ya tuvimos ocasión de informar en nuestra Revista Digital SIERRA DE BAZA del pasado mes de mayo-2022, de lo que puede ampliarse información pulsando AQUÍ, coincidiendo con unas intensas y torrenciales lluvias registradas a lo largo del pasado mes de marzo-2022, comenzaron a localizarse a finales de ese mes, en diferentes parajes del Parque Natural Sierra de Baza, los cadáveres de muchos ciervos, se habla de decenas, aunque sin concretarse aún número, los que no presentaban signos de muerte violenta de tipo alguno, por lo que se activó el llamado Programa de Vigilancia Epidemiológica de la Fauna Silvestre en Andalucía, el que entre otras funciones lleva a cabo el seguimiento del estado sanitario de las especies silvestres con objeto de detectar la aparición de enfermedades, determinar la prevalencia de éstas y establecer y coordinar con las Consejerías de Agricultura y Pesca y de Salud en Andalucía, las medidas de intervención más adecuadas, ya sean de prevención, como de lucha o de control, para lo que se enviaron tres cadáveres de los ciervos encontrados muertos al Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de Andalucía (CAD), el que tiene su centro operativo en Málaga, para que llevaran a cabo un completo estudio de estos cadáveres, tanto en lo que respecto a su necropsia, como al estudio en laboratorio de muestras biológicas y de vísceras como del análisis de su sangre y líquidos internos, para intentar determinar la causa o causas de estas masivas muertes.
Los posteriores análisis de estos cadáveres terminaron con la emisión e un informe oficial por parte de la Junta de Andalucía, en el que se destacaba como se habían encontrado 84 cadáveres de ciervos muertos, se estimaba que los ejemplares muertos habían sido mucho más, ya que por la extensión de este Parque Natural, superior a las 53.000 has. no se habían podido visitar todos sus rincones y sin duda había más cadáveres de ciervo, sin localizar que serían consumidos por la fauna silvestre (carnívoros y aves carroñeras), estimando Proyecto Sierra de Baza que podían haber muerto 200 o 300 ciervos, pudiendo suponer entre un 20 y 25 % de la población total de ciervos presentes en la Sierra de Baza antes de este episodio, lo que ilustraba de la gravedad de esta situación, en la que los ejemplares encontrados muertos no presentaban signos de muerte violenta de tipo alguno, ni de enfermedad contagiosa aparente.
Una congestión pulmonar severa fue el dictamen oficial de la causa de estas muertes
© José Ángel Rodríguez
Cadáver de un ciervo macho localizado en la Sierra de Baza en marzo-2022.
En el pasado mes de mayo, se hacían públicos los resultados de las analíticas realizadas por el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) señalan que la mortandad de ciervos registrada en el Parque Natural Sierra de Baza se produjo como consecuencia de una congestión pulmonar severa causada por Mannheimia haemolytica antiguamente denominada Pasteurella haemolyticala, agente que se encuentran presente de forma habitual en el tracto respiratorio de estos animales que, ante una disminución de las defensas o debilidad, puede causar su muerte.
Aun cuando se estima que tras esta mortandad no peligra la supervivencia del ciervo en el Parque Natural Sierra de Baza, sí va a tener una incidencia muy negativa en la berrea del ciervo de este año, que también va a estar muy condicionada por la pertinaz sequía que venimos sufriendo
© José Ángel Rodríguez
Cierva junto a un enebro rastrero en el Calar de los Tejoletos.
Aun cuando pese a la mortandad que ha supuesto este episodio de masivas muertes de ciervos en la Sierra de Baza, se estimó que la misma está superada y controlada de forma natural por los propios animales, de modo que se interpretó en su momento estas muertes pueden considerarse que forman parte de la selección natural que se viene efectuando en la naturaleza a lo largo de los miles de años, de modo que los ejemplares que han superado esta estresante situación, se estima que son los mejores preparados para superar las adversidades climáticas a las que tendrán que enfrentarse cada vez más, ante el inminente cambio climático que nos amenaza, hasta el punto de que nuevos sucesos como los ahora vividos en la Sierra de Baza, podrán repetirse en el futuro, ya que es de esperar que se produzca una significativa alteración de la climatología, en general, y de las precipitaciones de forma particular, por lo que venimos destacando desde Proyecto Sierra de Baza la necesidad de que se lleve un control en los censos de ciervos que se hagan en los próximos meses, por si es necesario adoptar alguna medida paliativa en los Planes Cinegéticos actualmente en vigor, ante estas excepcionales muertes. Censos que si bien nos constan se han estado haciendo a lo largo de este verano, los mismos aún no se han hecho públicos, por lo que se carecen de datos rigurosos de la efectiva población de ciervos que hay en estos momentos en el Parque Natural Sierra de Baza, aunque sí podemos asegurar, por las visitas de campo que hemos efectuado en los últimos meses a este espacio protegido, como la población de estos ungulados ha mermado mucho, apenas se ven machos y si a estos unimos la pertinaz sequía que se está viviendo en la Sierra de Baza, es de prever que la berrea sea muy floja este año, pudiendo ser meramente testimonial.
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