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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 310 - Abril 2025

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Ruta 2. Baza. Las Arrodeas. Gor. Las Juntas.

Por Rafael Ramos

 

© Rafael Ramos

 

Esta segunda propuesta de ocio y cultura, en bicicleta por la Sierra de Baza, tenía un interés especial en hacerla, ya que por motivos de trabajo había estado ausente en Baza durante 18 años, y esta en particular me traía muy buenos recuerdos.

Seguía siendo una aventura, con la sola compañía del agua, alimentos en forma de frutas del tiempo y frutos secos, sin más herramientas que buscar y seguir un trazado por pistas y carreteras amplias, donde la orientación era muy fácil, alimentando los sentidos en su recorrer.

En su trazado, se definía cómo una circunvalación por los límites del Parque en varias etapas, comenzando en Baza y culminando a unos 2.000 metros de altitud por los confines de la provincia de Almería en la antigua carretera de Escullar a Abla (AL-5405).

Después la pista forestal me llevaría por parajes emblemáticos, con epicentro en un lugar llamado “Los Cuatro Caminos”, a la zona de Benacebada, y desde allí hasta la conocida Ctra. de Caniles (A-334, antigua C-323) para acabar en el punto de inicio: Baza.

Previo a esta ruta, y a modo de recordatorio había vuelto a leer el capítulo 1º de la Guía para conocer y visitar el Parque Natural Sierra de Baza (en adelante me referiré como Guía del Parque), dedicado al medio físico, qué ilustraba sobre hidrología, climatología, geología, geomorfología y edafología.

En esta salida quería ver, conocer y sentir de forma presencial sobre el terreno los rasgos más definidos sobre este medio, no de una forma erudita, ni científica, sino coloquial, didáctica, sencilla y muy resumida, dentro de un contexto de los accesos y puertas que se me mostraban, facilitando la visita.

A la vez quería también saber sobre el siguiente capítulo de la Guía del Parque, que hablaba de forma muy extensa y didáctica sobre el maravilloso y fascinante medio biológico: Flora y vegetación por un lado, y fauna por otro.

Pensaba qué además del bidón con agua, algo de comida en la mochila y la ilusión por recorrer el parque, debería tomar conciencia de los lugares que iba a pedalear a través de su conocimiento, ya que en ese caso las sensaciones serian diferentes y quizás más intensas.

Intuía que no me iba a defraudar este pequeño esfuerzo de sentarme tranquilo en casa, leyendo y tomando notas, apoyándome siempre y solamente en la magnífica información que se había publicado en la Guía Para Conocer y Visitar el Parque Natural Sierra de Baza.

Tomé conciencia de lo que yo consideraba mínimo, y una vez guardado me dispuse a andar el apasionante camino en busca de la identidad y señales de la Sierra.

La sierra es un extenso territorio, con dos sectores muy definidos, los cuales recorrería de principio a fin.

“ El sector occidentales donde se localizan los picos más altos como el de Santa Bárbara a 2269 metros, Calar de Casa Heredia (2167), Rapa (2234), San Sebastián (2164) Descabezado (2014), Calar de las Torcas (2228), Picón de Gor (2158), Canal de las Torcas (2083) Canal de las granjas (2085), o el Cerro Quintana con 1926, como  grandes moles separadas por profundos barrancos que conforman el sector carbonatadode la Sierra de Baza .

El sector oriental presenta una alternancia de valles fluviales longitudinales profundamente encajados y separados por escarpados interfluvios desde los que baja un numeroso grupo de barrancos perpendicularmente a la dirección del curso principal sur- norte en todos los casos.

Esto da lugar a un peculiar paisaje en emparrillado encontrándonos en la zona más oriental de este sector una extensa penillanuraa 2000 metros de altitud en la que nacen los ríos Valcabra o Balax, Uclías y Moras.

También alrededor de esta altísima meseta se levantan las mayores elevaciones del sector metamórfico de la Sierra de Baza como los picos Padilla (2062 mts), Pico  de Ruero (2064), Cuatro Puntas( 2054 ), Dos Picos( 2.089), o el Peñón de la Cabeza con 2046 formando todos ellos una alineación este- oeste qué sirve tanto de divisoria de las provincias de Granada y Almería del límite oriental del parque natural , como de cambio de vertiente de la red hidrográfica”.

Hoy 28 de mayo 2019, comienzo esta salida en bici de montaña, para seguir conociendo el Parque de Baza, con salida en Fuentezuelas -en la vega de Baza-, y atravesando la población de este a de oeste en subida, llego a la plaza de toros en la barriada alta de las Cuevas, y desde allí continuo una fuerte y corta ascensión hasta las Arrodeas, lugar de salida del Cascamorras (Fiesta tradicional centenaria declarada de Interés Turístico Internacional), y lugar de llegada de una cronoescalada en bicicleta, de 3,5 Kms que este año se celebraría el día 23 de Agosto, con salida en la Plaza Mayor.

La mañana se presenta con alguna nube viajera, que atraviesa lentamente la Hoya de Baza, antes lago, hoy extensión de tierras ricas en aguas y gentes, y pobre en desarrollo; antes cuna de grandes culturas (Algar, fenicios, griegos, iberos, cartagineses, romanos, visigodos y árabes), hoy crisol de recuerdos de ese pasado y lugar de éxodo de población y esperanzas permanentes que no llegan, asentadas en el conformismo y disfrute de sus recursos y fortalezas.

Desde las Arrodeas y contemplando esta parte del Altiplano, circundado, protegido e influenciado por la Sierra de la Sagra, de los Vélez, Orce y María, Sierra de los Filabres, de las Sierras de Cazorla y de la Sierra de Baza, me viene a la memoria cuando subía a pintar a Cascamorras.

 

 

Recuerdo un año, que sería al comienzo de los 70 cuando no éramos más de 10 los “guerreros” que veníamos a luchar contra el ladrón que nos quería robar nuestra Virgen de la Piedad.

Nuestras armas las pinturas y la noble cruzada religiosa/festiva de defensa de esta parte de nuestra identidad; la suya la porra que guardaba un año entero en vinagre y sus piernas que corrían menos que nuestra fe.

Hoy la fiesta sigue igual o más de apasionante. Ha transcendido fronteras y ha sido reconocida a nivel mundial, siendo miles los bastetanos y simpatizantes de esta fiesta embadurnados de pinturas los que cada año se dan cita para celebrar esta tradición, que marca el comienzo de las Fiestas en honor de su patrona, cada 6 de Septiembre.

El siguiente lugar de interés qué me encuentro en mi camino es la Atalaya, donde están ubicados parte de los pozos que abastecen la red pública de agua, transitando entre tuberías y cañerías, en un descenso inicial vertiginoso.

Me sorprenden los almendros con sus frutos grandes y muy avanzados, de un verde intenso en sus ramas, y al frente, diminuta y serpenteando entre ocres, se ve la senda que seguiré hasta conectar con la vía de servicio qué corre paralela a la autovía.

 

 

Se disfruta la contemplación del cerro Jabalcón desde otra perspectiva que aún lo hace más atractivo, con las tierras sembradas de grandes fardos después de recoger la cosecha de cereales qué ha brindado estos llanos en las faldas de los montes bajos de esta sierra.

 

 

Cruzo la carretera, que a la izquierda lleva a las canteras -una de las pocas actividades qué aún se explotan en la Sierra o en sus inmediaciones-, y sigo al frente por un camino estrecho, pedregoso y arenoso, sirviendo de tránsito para mulos, bicicletas y algún vehículo adaptado a este medio tan agreste.

La subida final es dura y exigente, con piedras sueltas que ofrece después de la subida una grata satisfacción con vistas increíbles a nuestras espaldas y un horizonte ilusionante al frente, con chaparras, matorrales, encinas y algún almendro en las faldas bajas que acogen también algunos cereales, o sus cortos, secos y dorados tallos secados al sol después de la cosecha.

Un nuevo elemento en el paisaje lleva hasta mis oídos un zumbido suave y constante desde sus atalayas en los cerros próximos. Molinos majestuosos, inmaculados que generan electricidad limpia gracias a los aires que los mueven en sus tránsitos aéreos de levante y poniente.

Una rápida bajada y una fuerte subida cruzando una rambla qué baja ancha y generosa desde las cumbres me eleva hasta un cruce, con horizontes a las Sierras, y a un cortijo a la derecha, llamado de Santa Olalla, testimonio vivo y ejemplo del tipo de cortijos que cubrían estas tierras milenarias.

Un cartel nos indica, nos marca y nos señala el límite y el comienzo del parque natural; y una pequeña bajada con piedras sueltas nos acompañan en el camino de servicio sin vistas a la derecha, salvo los vehículos qué rápidos transitan por la autovía, encima de nuestras cabezas.

 

 

A la izquierda pedregales ganados al territorio para su cultivo, donde las semillas que deja la mano del hombre quedan al amparo de la tierra que las acoge, del sol que las alienta, y de las caprichosas lluvias que las alimentan.

El pedaleo es uniforme, vivo, relajado, confundido entre los aires serranos, que viajan hoy silenciosos, entre chaparros, pinos y algunos almendros, que es el paisaje dominante en esta área del Parque.

La mano del hombre apenas es perceptible en este tramo solitario, agreste y bello, salvo algún pequeño cortijo con aljibe que servía a la vez de abrevadero para los animales; aljibes hoy en desuso prácticamente salvo para dar servicio al escaso pastoreo.

Aljibes que son testimonios de un estilo de vida qué asociaba agricultura y ganadería como casi la única forma, de abastecimiento y subsistencia, así como de intercambio comercial para otros productos a los que no tenían acceso por los rigores del clima, que marcaba un duro y sacrificado estilo de vida.

 

 

Había transcurrido algo más de una hora desde que inicie la ruta, y ya iban 20 kilómetros transitados en libertad, y la ruta me lleva hasta un cruce a la izquierda, que por carretera asfaltada lleva al área recreativa de  Narváez en apenas cuatro kilómetros.

Sigo por el camino de servicio, encontrándome en unos tres kilómetros con otras tantas ventas, la primera a escasos cien metros, siguiendo por el camino de servicio hasta un puente, que lo cruzo, quedando a mis pies la autovía.

 Ahora el pedaleo es por la margen derecha, en dirección al “Romeral”, antiguo cortijo-bar de carretera, emblemático y rural, transformado en un Restaurant moderno y funcional, donde cojo un camino a sus espaldas que me lleva a la carretera antigua de Granada (N-342 Jerez- Cartagena)

Al llegar a esta carretera, muy deteriorada, y girando a la izquierda llego a una sorprendente y magnifica cortijada, emplazada en un lugar bello y fresco, hoy aislado entre sonidos de agua y aires serranos, mirada abierta al sur, con leves reflejos de Levante y dibujada por los ocasos de Poniente.

 A sus pies pervive la Rambla del Baúl, viajera desde la zona de Quintana y más arriba, lugar antes de osos hoy extinguidos con presencia de ellos por  la zona de la Fabrica de Pardo y sus laderas, donde las aguas bajan entre riachuelos y tierras que la acompañan y guían en su trazado irregular, al abrigo y contemplación de alamedas de chopos, chaparrales, pinares y fresnos, desembocando en el pantano del Negratín, después de atravesar el anejo del Baúl con su puente de hierro y los Balcones, barriada especialmente bella.

Este río al unirse con el Rio Fardes y el Guadiana Menor toma su nombre, llegando hasta tierras lejanas en los confines del Atlántico, regando extensas tierras a su paso.

 

 

El puente antiguo y olvidado, con brazos de hierro ahora oxidados, y con firme irregular pleno de socavones y arrugas me hace evocar recuerdos de cuando la carretera hacía de cuerpo vivo, generoso, estirado y entregado, con el único fin de servir de paso aéreo a los numerosos viajeros que por él circulaban hasta la puesta en servicio de la autovía del 92.

 

 

El lugar requería una parada, un pensamiento y ahondar en los recuerdos para llenarme de su esencia y de su identidad, como un homenaje sincero y silencioso.

El siguiente lugar con el que me encuentro a mi paso es la llamada Venta Vicario, parada y comida, con muchos años de tradición y servicio al viajero.

Dejando atrás este lugar sigo por el camino de servicio paralelo a la autovía, donde se observan varias viñas y un aumento de almendros y tierras cultivable, coincidente con la cercanía a la población de Gor, lo que debe facilitar su cuidado y cultivo.

El cruce me hace dejar el camino de tierra, y coger a la izquierda la carretera que lleva a Gor después de 12 kilómetros en ligera pendiente hacia abajo, con lo cual el pedaleo se hace más alegre y fluido, siendo el camino muy ameno por los paisajes que voy recorriendo.

De pronto la carretera gira a la izquierda, en pendiente media hacia abajo, y ya en la primera curva se nos abre un paisaje sorprendente por el entorno y los matices de las luces que lo muestran: Gor, con su vega y su Sierra por encima de sus cabezas, a una altitud de 1.200 metros sobre el nivel de mar.

 

 

El municipio  comprende los núcleos de población de Gor, Cenaoscuras, Rambla de Valdiquín, Los Corrales, Las Juntas Royo del Serval, Las Viñas y una pequeña parte de Los Balcones, situado entre el límite de Guadix y Baza.

Con una población en el año 1900 de 3288 habitantes, alcanzando su pico máximo en el año 1950 con 6.016 personas, los últimos datos indican una población de tan solo 736 habitantes, lo que indica el despoblamiento salvaje que sufren las pequeñas poblaciones del interior, ricas en paisajes, naturaleza y sus recursos, basadas en un pobre sector primario (agricultura y ganadería), y endémicas en desarrollo y atenciones.

Maravillosa naturaleza, poderosa, fuerte y bella. Emblema de estos paisajes, pintor, cantante y escultor el rio Gor, nacido en la Sierra de Baza, en pleno Parque Natural, serpentea desde las cumbres en busca del llano, desembocando en el rio Fardes después de pasar por Gorafe, dejando a su paso riquísimas vegas, con uso para autoconsumo y algún invernadero de tomate Cherry, cultivo nuevo e ilusionante en estas tierras.

El resto de los cultivos es un indicador común de este territorio agreste, donde el secano acoge cultivos como la almendra, la cebada, el trigo, la vid y la producción de plantas forrajeras, alfalfa, veza, avena, y en menor cuantía la de maíz y remolacha.

Incipiente turismo rural anunciado a la entrada del pueblo con hospedaje y gastronomía del lugar.

El pedaleo me conduce a la fuente de los siete caños y los lavaderos públicos donde las mujeres tradicionalmente iban a lavar la ropa, hoy sin uso, cuya agua procede de un nacimiento propio en plena sierra. Considerado bien de interés cultural, magníficamente conservado.

 

 

Había cuatro ancianos sentados tomando el sol, hablando de sus cosas, y por un instante el ciclista que llegaba con la barba y el casco rojo también formo parte de sus cosas.

Los saludé, les pregunté qué tal estaban y hablamos del tiempo, del calor, de la lluvia, de los caños y el lavadero, de dónde venía y hacia dónde me dirigía.

El tiempo y ese espacio, nos unía y ponía en valor el momento. En ellos y en su vida andada el tiempo les andaba rápido, muy rápido; no tanto sus movimientos.

Corto el horizonte y amplias las emociones fijadas y definidas ya.

Vivían en su rutina, integrados en el paisaje y en la tierra que un día los acogería para su descanso, al calor de la familia, los amigos y algún chato de vino con carne en salsa y embutidos.

Me despedí de ellos, no sin antes preguntar por dónde se iba a las juntas, camino que ya sabía, pero sin embargo me atreví a preguntarles, recibiendo cuatro explicaciones que se mezclaban en sus timbres da voz ilusionados, entre fatigados y satisfechos como niños felices.

El camino que aún restaba era todo por asfalto según recordaba, con unas pendientes en su inicio muy pronunciadas, hasta llegar al mirador que habían habilitado para los visitantes, lugar donde quedas embelesado con la contemplación del pueblo, su vega y las zonas circundantes.

 

 

Otra pequeña subida nos hacía coronar el cerro, desde donde el paisaje alimentaba el alma viajera insatisfecha casi siempre en su débil codicia terrenal por la belleza.

Un rápido descenso lleva hasta un antiguo molino, y a su izquierda el río de Gor, que ese día mostraba su lecho desnudo de humedades, por haber desviado para riegos en esta primavera seca: estaciones secas que se repetían una y otra vez, demasiado veces.

Estaba claro que el cambio climático se había instalado también en la Sierra de Baza de forma cruel y dramática. En esta sierra los ríos desaguan hacia dos vertientes diferentes: la Mediterránea, con las Ramblas del Agua y Raposo, que forman parte de la cabecera del río Nacimiento.

Y la vertiente atlántica formada por dos cuencas principales: la del Rio de Baza (Valcabra o Balax, Uclías, y otras ramblas en menor medida, como la que acoge el Rio gallego); la otra cuenca está formada por el Río de Gor (Barranco de las Casas de don Diego y Rio de Gor), afluente del Fardes y éste a su vez del Guadiana Menor al igual que sucede con el Rio de Baza.

No obstante, es posible distinguir otras dos subcuencas: la de las ramblas del Baúl- Valdiquín (hoy brevemente visitada) y las ramblas que desembocan en la Rambla de Fiñana.

Digno de destacar o mencionar son las fuentes que salpican la sierra de Baza, más abundantes en el sector oeste carbonatado y muy permeable, concentradas sobre todo en el término municipal de Gor en la cabecera del río de su mismo nombre o en Cerro Negro, lugares muy cercanos a la ruta de hoy, y próximamente visitados.

También destacable en la parte alta de esta vertiente meridional fuentes emblemáticas como la Fuente de los Atrevidos, de La Gallina, fuente de la Fragera o Fraguara, Manantial y Fuente del Piojo, Fuente de las Víboras, Balsa y Fuente del Ciervo, etc

“La sierra de Baza actúa como un inmenso colector que recoge las aguas de lluvia y las frecuentes nieves invernales vertiéndolas luego al exterior tanto a través de su red hidrográfica superficial cómo del elevado número de fuentes “

En este lugar de la Sierra de Baza, en las Juntas de Gor y sus cerros, barrancos, ríos y alamedas es donde solía venir a veces en busca de setas, y fue donde aprendí el, código del buen setero con un amigo ya jubilado del Baúl, que fue el que instruyo en esta forma de amar y conocer la naturaleza.

Lo primero que me dio fue una navaja y una sugerencia.  Después me enseñó sin palabras el arte de la paciencia y la constancia, de la influencia de las lunas, de humedades, tocones, acequias, lluvias de verano y la forma de cortarlas con la navaja, nunca con las manos, y de cómo “tapar” las pequeñas, como arropándolas en su niñez incipiente y efímera, a la vez que decía “es un crimen cogerlas así”.

Me enseñó las setas de chopo, las de cardillo y de oreja de fraile; también las cestas de mimbre, de esparto y me hablo de esporas. Casi siempre sin palabras. Andando ramblas, alamedas, márgenes de los ríos, acequias y algún descampado entre pinares, chaparros y arboles altos con sombras.

Pedaleando entre recuerdos, me encuentro cortijos a izquierda y derecha, abandonados, restaurados y derruidos y en plena subida llego a una cortijada, mitad arruinada, mitad habitada, ambas con vidas, reflejos y almas diferentes en un entorno común.

 

 

Entorno qué hablaba de alamedas, ríos, arroyos, vegas en los márgenes, pequeños cerros y elevados horizontes entre barrancos y ramblas.

Conforme se iba ganando en altura y en distancia se va ganando en belleza, en sus paisajes frescos, agrestes, suaves, cálidos y amables en esta primavera regalada.

Construcciones de piedras del lugar, por hombres del lugar, para convivir y sentir.

Construcciones donde las familias crecían, se amaban y respetaban, y un día aceptando destinos marchaban de su paraíso, prendido en su corazón alimentado con la llama de la esperanza del regresar un buen día.

Construcciones que aun abatidas, demolidas, derribadas, olvidadas, hundidas o arruinadas daban testimonio de su pasado, incluso sin estar en pie, nunca de rodillas por tantos recuerdos que las sustentaban de pie, orgullosas y presumidas en sus arrugas y ruinas.

 

 

Me sentía muy afortunado al poder sentir este lugar, este territorio, esta naturaleza en un enclave singular y único. Gor es el municipio que más terreno aporta al Parque Natural de la Sierra de Baza y tiene en Las Víboras un paraje de singular belleza.

El móvil hacía de cámara fotográfica, inmortalizando escenas, rincones, puertas, corrales, vigas, impregnadas de las almas nobles que las crearon y cuidaron.

Hasta ese Momento había recorrido 30 kilómetros, en un tiempo que me pareció demasiado breve. Se pueden hacer rutas variadas y de todo tipo, pero esta era, y estaba siendo especial.

En ese último tramo final me vino a la memoria la lectura sobre el clima que leí en el capítulo 1, que trataba sobre el medio físico de la Guía del Parque Natural.

Estaba pedaleando y conociendo una de las regiones más secas de España donde las mayores precipitaciones se dan en las alturas concretamente Santa Bárbara y el canal de San Sebastián la que menos en baza más de la mitad del anteriores, y temperaturas marcadas por su clima continental, y recordaba el refrán de la zona que  dice “Baza, tiene 9 meses de invierno y 3 de infierno “

Hoy el viento hacia honor a las estadísticas, las cuales indicaban que los vientos del periodo de otoño a primavera eran predominantes del suroeste, y eran los que traen las escasas lluvias; en verano-otoño predomina el viento de Levante; y los vientos del noroeste-noreste dan lugar a nevadas en los meses de diciembre febrero y marzo.

Faltaba ya muy poco, para llegar a las Juntas entre subidas y alguna bajada, cuando me llama la atención un panel que hablaba de la existencia cercana de un pino singular a 750 mts del lugar, el cual ha pasado de ser un pino singular, por su porte, belleza, altura y edad, a ser víctima del cambio climático en un entorno privilegiado.

El llamado pino nieto tenía una altura de 31 metros, y era quizás el más alto de Andalucia, cuyo final ya anticipaba en su aviso la asociación Proyecto Sierra de Baza.

Continúa el camino entre las sombras de los árboles y el olor a campo, rio y vega fresco y húmedo que transpira entre sus ramas y sus suelos.

El final de la ruta era en suave subida: a la derecha el río y su margen; a la izquierda un pequeño cerro con las casas y la carretera que los divide, atravesando esta la cortijada de abajo a arriba, donde el comienzo lo marca el único alojamiento rural de todo el parque, un pequeño y sorprendente hostal con una gran terraza junto al río, donde la paz había establecido territorio.

 

 

Fue en ese idílico lugar donde acabe la ruta después de 35 Kms.

Allí fue donde me rendí a la Sierra, y donde me tomé un merecido bocadillo de lomo y tortilla francesa con tomate, del que solo queda testimonio el café junto a una escobilla de esparto.

 

 

También allí tome conciencia de la soledad de esta sierra: la de la indiferencia y el ostracismo hacia este patrimonio, a la vez  que repasaba lo aprendido y recibido de este lugar transitado en plena naturaleza serrana, ruda y bella, la que siempre da mas que lo que recibe.

 

                Una de las peores amenazas para nuestra Sierra es la creencia de que alguien la salvará.

Leer más…¿CONOCES LA SIERRA DE BAZA? Caminante no hay camino… se hace camino al andar… RUTAS EN BICICLETA...

 

Va a tener lugar el día 5 de octubre.

Aunque la inscripción es gratuita, es necesaria la inscripción previa

 

© Manuel Moreno Muñoz

Ciervos machos fotografiados en una plantación de espliego en la Sierra de Baza.

 

Organizado por Proyecto Sierra de Baza, está prevista para el sábado 5 de octubre, una salida vespertina guiada al Parque Natural Sierra de Baza, para oír la berrea del ciervo en este espacio protegido, en el que se localiza una de las más importantes poblaciones de ciervo de Andalucía, con lo que el fenómeno de la berrea de los ciervos, un bello espectáculo natural, puede escucharse en este territorio con relativa facilidad, además de poder tener ocasión de encontrarse con alguno de estos ejemplares en libertad.

Aún cuando no se ha iniciado aún la berrea del ciervo, la que tiene una fecha oscilante entre la segunda quincena de septiembre y finales de octubre, sí se sabe que el ciervo viene acompasando el fenómeno de la berrea y el propio celo de las hembras a la llegada de las lluvias, por lo que se esperan con deseo las mismas para las próximas fechas.

 

Este año organizamos la salida para oír la berrea al entorno de Narváez

 

La experiencia vivida el pasado año en el que pudimos comprobar como se estaban cazando ciervo en plena época de berrea en la periferia del Parque Natural Sierra de Baza, para la prevención de daños en cultivos agrícolas, nos aconseja alejarnos de las zonas de cultivos agrícolas e introducirnos más en el territorio de la Sierra de Baza, aunque sin alejarnos muchos, para facilitar el acceso y posterior regreso por pistas forestales en buenas condiciones para el tráfico rodado, estimándose como lugar idóneo para ello el entorno de Narváez, con una pista asfaltada hasta el complejo

 

Concentración en la explanada de Narváez

 

La concentración está prevista a las 19:00 horas del sábado 5 de octubre en la explanada de acceso a Narváez, donde se informará del concreto lugar a que nos dirigiremos para escuchar la berrea de este año, donde además de tener lugar una pequeña explicación informativa sobre el ciervo y su biología, se espera poder oír el bramido de los machos en celo, estando previsto estar en la ciudad de Baza de regreso en torno a las 23:00 horas del  mismo día.

En la jornada también se dará información sobre las precauciones y cuidados que tenemos que tener para que nuestros contactos auditivos con el ciervo sean los más fructíferos en esta singular época del año.

 

Necesaria la inscripción previa para los que deseen participar

 

Por las peculiaridades de esta actividad el grupo de participantes en la misma está limitado a 30 personas y no se permitirá la presencia de animales de compañía, ni de menores de 10 años, para garantizar el silencio del grupo, uno de las condiciones necesarias para el éxito de esta actividad.

Como la actividad tendrá lugar durante las primeras horas de la noche, momento en que las temperaturas bajan ostensiblemente en el Parque Natural Sierra de Baza, deberá llevarse ropa de abrigo, así como se aconseja una silla o sillón plegable de fácil traslado y que puede hacernos más cómoda la espera. También es aconsejable llevar agua y comida ligera.

No se podrán llevar perros, tampoco se podrá fumar, ni llevar aparatos de radio, debiendo permanecer los teléfonos móviles desconectados durante esos momentos y las linternas apagadas. Las fotografías y vídeos solo se podrán hacer hasta que se esconda el sol, momento a partir del cual no estará permitido su uso.

Aunque esta actividad se organiza gratuitamente por Proyecto Sierra de Baza, es necesaria la inscripción previa a nuestra dirección de correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., indicando nombre de la/s persona/s interesada/s en participar en la actividad, edad, dirección y un teléfono de contacto.

Al estar limitado el grupo de asistentes a 30 personas, se completará el mismo por riguroso orden de reserva, de modo que una vez completados los asistentes previstos se cerrarán las plazas. Todos los admitidos serán informados de ello y una vez completadas las plazas se colocará un aviso en la web y en la página y grupo de Proyecto Sierra de Baza en Facebook.

 

PARA AMPLIAR INFORMACIÓN SOBRE EL CIERVO PINCHARAQUÍ.

Leer más…VISITA GUIADA AL PARQUE NATURAL SIERRA DE BAZA PARA OÍR LA BERREA DEL CIERVO

 

 El lema elegido es “Ecoturismo en España, una oportunidad para la España rural”

 

© Proyecto Sierra de Baza

Paisaje otoñal del Parque Natural Sierra de Baza.

 

El Ecoturismo como oportunidad para la España rural es el lema elegido por el Comité Organizador del IV Congreso Nacional de Ecoturismo que se ha reunido en la sede del Patronato de Turismo de la Diputación de Granada el pasado 28 de mayo con el resto de entidades que organizan el Congreso: Secretaría de Estado de Turismo, Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Junta de Andalucía, Turismo Andaluz, Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada, Ayuntamiento de Guadix, ADR Comarca de Guadix, y las asociaciones empresariales Foro CETS de Sierra Nevada y la Asociación de Ecoturismo en España.

La Declaración de Daimiel estableció que el ecoturismo es el viaje a un área natural para conocerla, interpretarla, disfrutarla y recorrerla al tiempo que se aprecia y contribuye de forma práctica a su conservación, sin generar impactos sobre el medio y repercutiendo positivamente en la población local.

El espacio natural de Sierra Nevada como destino de ecoturismo acogerá la cuarta edición del congreso nacional, una iniciativa impulsada por el sector empresarial y apoyada por las instituciones para reunir a todos los actores implicados en la creación, impulso, promoción y comercialización del ecoturismo, que se ha constituido en el encuentro anual de referencia. Como en anteriores ocasiones contará como valor añadido con un viaje de familiarización y una bolsa de contratación para mostrar las experiencias y destinos de ecoturismo en España, con la cooperación de Turespaña y Turismo Andaluz.

El Ecoturismo en España es uno de los productos a impulsar en la estrategia turística nacional, y está alineado con las metas reflejadas en otras iniciativas de ámbito estatal como la Estrategia contra la despoblación, la Estrategia Estatal de Infraestructuras Verdes, o el Plan Sectorial de Turismo de Naturaleza y Biodiversidad.

Andalucía es la Comunidad Autónoma que más superficie protegida posee en el contexto nacional con 243 espacios, entre los que cabe destacar las siguientes figuras de protección y/o reconcomiendo internacional: 2 Parques Nacionales, 24 Parques Naturales, 9 Reservas de la Biosfera, 2 Geoparques y 2,67 millones de hectáreas (2,59 terrestres y 0,07 marinas) incluidas en la Red Natura 2000. Esta región destaca también por su apuesta por el turismo sostenible en sus espacios protegidos desarrollando los  Planes de Desarrollo Sostenible, la Marca Parque Natural de Andalucía y contando con el mayor número de espacios protegidos que apostaron por un desarrollo turístico sostenible con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS).

 

Sierra Nevada

 

© José Ángel Rodríguez

Aspecto estival del Río Dílar en Sierra Nevada.

 

El congreso será una oportunidad para mostrar el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, uno de los pocos espacios incluidos en la “Green List” de la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), acreditado con la CETS desde 2004 y con 29 empresas también adheridas, un ejemplo de destino de ecoturismo con un buen nivel de cooperación entre la administración ambiental, la turística, la de desarrollo rural, las entidades locales y el sector privado. Sierra Nevada celebra además este año el 20 aniversario de su declaración como parque nacional  y los  30 años de la creación del parque natural.

Durante el evento se pretende conocer y debatir sobre los instrumentos para impulsar y mejorar la gestión del ecoturismo en España al tiempo que se pone de manifiesto con datos y resultados cómo el Ecoturismo puede contribuir al desarrollo de la España rural. Se dará también participación a los actores implicados para que presenten iniciativas y experiencias de ecoturismo enriqueciendo el debate.

Este congreso va dirigido a los responsables del ecoturismo de las administraciones públicas, gestores de espacios naturales, técnicos de administraciones ambientales autonómicas, gestores del recurso biodiversidad, asociaciones de turismo ubicadas en espacios protegidos, grupos de desarrollo rural, empresas turísticas y operadores nacionales e internacionales especializados en ecoturismo, y universidades relacionadas con el producto.

Leer más…LOS DÍAS 13 AL 15 DE NOVIEMBRE, SE CELEBRA EN GUADIX EL IV CONGRESOS NACIONAL DE ECOTURISMO

 

Una efeméride que ha pasado totalmente desapercibida en el Parque Natural Sierra de Baza, sumido en un agónico proceso de olvido y apatía en su gestión

 

© Proyecto Sierra de Baza

Construcciones que se están hundiendo y perdiendo de un modo irreversible, sin hacer nada para conservar este patrimonio cultural, llenan los rincones del Parque Natural Sierra de Baza.

 

Por Ley 2/1989 de 18 de julio, que aprobó el inventario de Espacios Naturales Protegidos y estableció las medidas para su protección, celebra su 30 aniversario. Gracias a ella se dio el primer paso para la creación de la que hoy es la Red de Espacios Naturales de Andalucía (RENPA), que se conforma por un total de 243 áreas protegidas bajo una o varias figuras de protección de ámbito autonómico, estatal y europeo así como figuras internacionales. Reservas y parajes naturales, parques periurbanos, zonas especiales de conservación o reservas de la biosfera, que entre otras, que llevaron a Andalucía a convertirse en la comunidad autónoma que más superficie protegida posee en el contexto nacional; así como a poseer uno de los mayores índices de biodiversidad y una de las mayores redes de equipamientos de uso público de Europa.

La gestión de estos territorios se quería hacer atendiendo de un modo especial a la consideración de la presencia humana,  como parte central y modeladora del paisaje y la naturaleza se adelantó una década a los principios, hoy universalmente asumidos, del desarrollo sostenible.

El objetivo, por tanto, que se pretendía con estos espacios protegidos era promover un uso sostenible de los recursos, mediante el diálogo participativo, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza, la mejora del bienestar, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios. Objetivos que podemos asegurar no se han cumplidos en territorios protegidos como es nuestro caso del parque Natural Sierra de Baza, con una gestión opaca y poco participativa, en la que ha sido ignorada la población local y sus colectivos sociales, con unas Junta Rectora que no ha sido participativa, ni representativa de los intereses del territorio, tampoco ha sabido asumir el protagonismos que le correspondía como órgano de participación y control ciudadano de la gestión de este espacio protegido.

 

Una normativa rigorista y obsoleta, que tampoco está en vigor

 

© Proyecto Sierra de Baza

Detalle arquitectónico de una construcción en la aldea de El Tesorero, en franco riesgo de deterioro y desaparición.


Aun cuando se pretendía que el desarrollo de estos territorios fuera posible gracias a los instrumentos de planificación y ordenación (PORN y PRUG), los que se pretendía fueran “un marco legal estable para la gestión del patrimonio natural andaluz, desde un modelo de gestión integrada donde los modos tradicionales de aprovechamiento de los ecosistemas fueran también generadores de biodiversidad”, la realidad ha de mostrado que esta normativa ha sido rigorista, obsoleta y ha obstaculizado el efectivo desarrollo de estos territorios, impidiendo usos y prácticas tradicionales sin justificación de tipo alguno y, lo que es más, grave, sin voluntad decidida de cambiarla.

 

No ha contribuido al efectivo desarrollo social de este territorio y su zona de influencia

 

© Proyecto Sierra de Baza

Ovejas siendo de sus corrales en la Sierra de Baza.

 

Aún cuando uno de los objetivos que se pretendía con este modelo de gestión de los recursos naturales, era el de “contribuir al desarrollo social, cultural y económico de las comunidades que se insertan en estos territorios, reduciendo la amenaza de la despoblación de las zonas rurales y potenciando la actividad”. Ahora –cuando han pasado 30 años- podemos constatar que no se han cumplido estos objetivos y en espacios protegidos como el Parque Natural Sierra de Baza no solo no ha contribuido a frenar la grave despoblación de los municipios de su entorno, sino que la declaración este territorio como espacio protegido ha sido un efectivo lastre para el desarrollo social y económico de este territorio, de lo que tiene una gran responsabilidad las personas encargadas de su gestión pública, que tienen sumido a este territorio en un agónico  proceso de olvido y apatía en su gestión. De hecho ilustrativo de cuanto venimos comentando es que en la pasada primavera el principal responsable de este espacio protegido, su Director Conservador Rafael César Córdoba, fue nominando como Serrano Más Impopular del Año por nuestra asociación, Proyecto Sierra de Baza, por su falta de empatía e implicación en la gestión del Parque Natural Sierra de Baza, lo que ilustra de los malos momentos en que está pasando la Sierra de Baza en los últimos años, sin  que parezca que haya voluntad política de tipo alguno para enderezar el rumbo de esta aciaga gestión.

Un mal aniversario, muchos incumplimientos y promesas olvidadas y un territorio que está pasando por unos malos momentos, sin perspectivas a corto plazo de que mejore, es el triste balance que hacemos de estos 30 años de gestión de la Sierra de Baza como espacio protegido.

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 © José Ángel Rodríguez

Detalle de la planta del Astragalus clusianus y las poderosas espinas que la protege de la herbivoría.

 

También conocida con los nombres vernáculos de Yerba de Santa María, Raíz Cristiana, Arzolla y Granévalo, la Alquitira es una planta arbustiva de porte almohadillado que no supera los 50 cms., normalmente entre 10 y 40 cms. de altura, densamente intricado y espinosa es una fabácea que se localiza en el centro, sur y este de la Península Ibérica, y raramente en la zona norte de la Península Ibérica, entre los 500 y 1200 metros de altitud formando parte de los matorrales heliófilos de sitios áridos o semiáridos, en substratos yesosos, margosos o calcáreos. En la Hoya de Baza (Granada), es una especie muy frecuente, donde forma parte de los matorrales gipsícolas.

Según refiere López González en su publicación “Guía de los árboles y arbustos de la Península Ibérica y Baleares” tiene un cáliz muy típico, tubular, con dientes cortos, que se vuelven vejigosos y muy inflado en la fructificación, cubierto de pelo fino y corto, que encierra en su interior de 2 a 16 semillas, normalmente 8, de color pardo.

 

Usos etnobotánicos

 

El nombre popular de Raíz Cristiana hace alusión a la parte más aprovecha de esta planta por el hombre: la raíz, la que se cosecha en otoño y posteriormente se seca para su uso medicinal en infusión, es también la parte más apreciada en medicina popular al estimarse que esta planta es rica en compuesto fenólicos, teniendo cualidades antiinflamatorias y antioxidantes.

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El autor cuenta su primer encuentro fotográfico con esta singular y esquiva especie esteparia en la Hoya de Baza (Granada)

 

Por José Ángel Rodríguez

 

© José Ángel Rodríguez

Pareja de gangas ortegas. El macho, a la izquierda, de colores más vistosos

 

La ganga ortega (Pterocles orientalis), popularmente es conocida en la zona de Baza como “churra”, en alusión  al característico ruido que produce cuando vuela  (churr…, churr), que parece cortar el viento y que utiliza como canto de contacto con otros congéneres durante el vuelo. Considerada una especie protegida, en el Libro Rojo de las aves de España (2004) se incluye a la ganga ortega en la categoría de “Vulnerable”, la que también se mantiene en el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, que desarrolla el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.

La ganga ortega es una atractiva y vistosa ave, que tiene un plumaje muy críptico con el entorno estepario en que se mueve, por lo que normalmente pasa desapercibida para el observador medio, está considerada una especie amenazada en España y está sufriendo de un modo especial los problemas asociados a la fragmentación y reducción de su hábitat esteparios, como consecuencia de los profundos cambios experimentados por el medio rural y agrario en las últimas décadas.

 

Una especie protegida, con una población cada vez más reducida

 

Macho de ganga ortega, con la característica y distintiva media nula negra en el pecho.

 

Según datos publicado por la SEO/BirdLife en la Guía de las Aves de España (2008), las transformaciones del mundo rural, provocadas por la intensificación agrícola, la disminución de barbechos y linderos, la reforestación de tierras agrarias y el aumento de las superficies de olivares y regadíos, se han traducido en un fuerte declive de su población (un 30% en 20 años) y de su área de distribución, en todos los núcleos españoles. 

Perseguida y cazada por el hombre desde la antigüedad, la ganga ortega, es una especie esquiva y recelosa ante la presencia humana -razones no le faltan- por lo que los contactos visuales con la misma son muy difíciles, lo que se ve acentuado ante la cada vez más escasa población de esta ave y sus hábitats cotidianos, que se desarrollan de forma fundamental en las grandes llanuras cerealísticas, desprovistas de vegetación arbórea y arbustiva, donde la presencia humana se delata por el horizonte.  

 

Varios años detrás de su fotografía

 

Hembra de ganga ortega, de plumaje muy críptico y adaptado al entorno natural donde se mueve.

 

A la fotografía de aves en libertad me vengo dedicando con cierta asiduidad y profesionalidad desde hace al menos unos 20 años, en los que he podido acumular en torno a las 250 especies fotografiadas, con varias decenas de miles de fotos de aves. Durante todos estos años he perseguido la captura fotográfica de la ganga ortega, una especie que se me resistía y de la que si bien he podido mantener esporádicos contactos visuales en los terrenos esteparios de las Depresiones de Guadix y Baza, uno de los lugares donde se mueve la especie, no la había tenido a tiro fotográfico y faltaba de mi archivo.  

Mi buen amigo Juan Antonio Dengra, una de las personas que más y mejor conoce la biodiversidad y fauna del Altiplano Granadino, un naturalista por excelencia, y que sabía de mi interés por las gangas ortegas, contactaba conmigo el pasado 14 de julio por WatsApp para decirme que tenía localizado a un grupo de gangas ortegas, que se desplazaban a un determinado paraje de la Hoya de Baza (Granada) a beber agua todas las mañanas y estaban allí “como un reloj” entre las 8:30 y las 9:00 de la mañana; un recorrido que llevaban efectuando desde hacía unos 15 días, por lo que si quería montar un hide y poder fotografiarlas con mucho gusto me llevaría hasta el lugar.

No quise desaprovechar esta magnífica oportunidad y aunque estaba la agenda de trabajo muy apretada, no quería tampoco dejarlo por si el grupo de ortegas pudieran cambiar sus hábitos y organicé con Juan Antonio una visita al lugar en la madrugada del viernes 19 de julio.

Tras el encuentro con Juan Antonio en la cafetería de una gasolinera de las proximidades de Baza, y tomar un café con él en las primeras horas de la mañana, emprendimos marcha en mi coche por una de las numerosas pistas forestales que atraviesan la Hoya de Baza. En el recorrido mi amigo, y guía, me va maravillando con sus explicaciones sobre el mundo natural y la biodiversidad que aquí se encierra, unos terrenos esteparios que parecen no tener vida y que sin embargo encierran una extraordinaria biodiversidad animal y vegetal, con cerca de 300 especies de aves catalogadas aquí, y en las que se conjugan tanto especies esteparias, como otras propiamente acuáticas, pasando por las grandes rapaces nocturnas y diurnas:

̶  En aquella terrera hay una zorrera.

̶  Pasa con cuidado por aquí, que allí ha hecho una gallineta su segunda nidada… Mira.

  Mira, por donde se mueven los pollos de la primera puesta.

̶  Aquí se concentran bandos de gorriones molineros.

̶  Allí han anidado este año los abejarucos.

̶  En el hueco del tronco de ese álamo blanco ha anidado la carraca este año… ̶ Me iba contando Juan Antonio en su amena disertación, mientras nos dirigíamos al lugar de encuentro con las gangas ortegas, al tiempo que quedo sorprendido por la cantidad de conejos que cruzan a uno y otro lado del camino rural por el que vamos circulando ̶ .

En el lugar de destino encuentro un punto de agua y un terreno de labor recientemente labrado. Tras aparcar el coche que nos ha llevado hasta allí me cuenta que las gangas ortegas están alimentándose de semillas en un campo de cereales próximo y que llegarán allí entre las 8:30 y las 9:00 de la mañana. Me explica que se posan en el terreno labrado y allí permanecen unas horas, levantando el vuelo una y otra vez ante la menor alarma, pero regresando al lugar y no entran a beber agua hasta las 11 ó 12 de la mañana.

Monto el hide en el lugar que me aconseja Juan Antonio protegido por un taráis, dando vistas al terreno labrado en el que me comentaba se posaban las ortegas y de espalda al punto de agua del que beben, para esperarlas cuando entren en vuelo, con el sol de espaldas.

 

Un lugar aparentemente inhóspito para la vida con una importante biodiversidad

 

Cogujada común (Galerida cristata).

 

A las 8 de la mañana ya estoy dentro del hide y pronto comienzan a visitar el lugar algunos pajarillos, siendo la Cogujada común (Galerida cristata), la primera ave que pude fotografiar.

̶  Al menos ya he podido hacer una foto.

Pensaba yo, ante la eventualidad de una jornada en blanco, sin ser consciente de la biodiversidad de aves que iban a hacer acto de presencia en este aparente inhóspito paraje a lo largo de las pocas horas en que estuve en el hide.

 

“Como un reloj”

 

© José Ángel Rodríguez

Bando de gangas ortegas sobrevolando el paraje donde me encuentro a su espera, antes de posarse.

 

A las 9:55, y recordando lo que me había dicho Juan Antonio de que las gangas ortegas llegaban al paraje todos los días, entre las 8:30 y 9:00 de la mañana, “como un reloj” siento el primer aleteo y canto de una bandada de ortegas, que recelan de algo y giran por donde habían llegado, sin terminar de posarse.

A las 9:03 minutos vuelve a entrar otro pequeño grupo de 5 ó 6 individuos que finalmente se posan muy alejadas de mí, a unos 100 metros. Puedo distinguirlas con el zoom de mi cámara porque había visto el concreto lugar donde se posaban. Aunque ya lo conocía, me sorprende el increíble mimetismos que esta ave tiene con la tierra ocre labrada y a la distancia comienzo a hacerle las primeras fotos a esta especie.

 

Una especie con un plumaje muy críptico, adaptado al entorno

 

Pareja de gangas ortega planeando para posarse en el lugar donde me encuentro a su espera.

 

Como también me había comentando Juan Antonio, a los pocos minutos las ortegas comienzan a desplazarse muy lentamente hacía el punto del agua. Yo tengo el hide montado entre el lugar donde se encuentran y el agua, por lo que vienen de frente hacia mí, ajenas a mi presencia dentro del hide, y aprovecho para hacerles una importante cantidad de fotos, posiblemente en torno al centenar.

 

Una docena de especies diferentes fotografiadas en esa sesión

 

Paloma torcaz acicalándose el plumaje, una de las especies que también me entraron durante la espera de las ortegas.

 

La sesión la continúe hasta poco después de las 10 de la mañana, ya que ineludibles obligaciones profesionales me impedían prolongarla, no obstante durante las poco más de dos horas que estuve dentro del hide, no solo pude fotografiar a la ganga ortega, mi objetivo fotográfico de esta jornada, sino que también pude hacerlo con otras especies que se movían por el entorno como la carraca, el alcaudón real meridional, la paloma torcaz, la paloma bravía, la perdiz roja, la grajilla, el conejo  de monte y también pude observar algunas rapaces como el cernícalo vulgar y un aguilucho cenizo, entre otras especies.  

Una experiencia muy grata la que he tenido en mi primer encuentro con la ganga ortega, que agradezco públicamente a Juan Antonio Dengra*, sin cuya valiosa información y consejos no hubieran sido posibles estas imágenes.
 

*Juan Antonio Dengra Martínez, colaborador de algunas de las Fichas de Aves de la Revista Digital Sierra de Baza, además de un buen amigo es un consumado naturalista y conocedor de la biodiversidad y valores naturales que encierra esta zona del Altiplano Granadino y del que dejo su teléfono (653 41 63 30), por si alguien quiere contactar con él y contratar sus servicios, ya que trabaja como Monitor de Educación Ambiental y Guía Local en el Altiplano de Granada.

Leer más…MI EXPERIENCIA FOTOGRÁFICA CON LA GANGA ORTEGA

 

Ruta 1. Baza. Cortijo Santaolalla. Narváez. Fuente de la Taza

 

Por Rafael Ramos

 

© Rafael Ramos

 

Fue un día de mayo de 2019, después de ir al mercado a comprar unas plantas de espinacas y unos tomates “de la tierra “, cuando al ver las nubes cresteando en nuestra Sierra de Baza y sentir el calor que hacía ya tan temprano, me vino al recuerdo Narváez y su entorno, incluido el chorro de la Fuente de la Taza que se encuentra a un centenar de metros del área recreativa.

Es una subida de algo más de 16 Kms desde la población de Baza, desde sus 860 metros de altitud   hasta los 1.350 de Narváez, en un desnivel importante, donde el pedaleo es premiado con la contemplación de bellos paisajes por una pista forestal de tierra, ancha, con buen firme, entre ramblas, barrancos y una buena y variada muestra de ese medio físico y biológico.

Visualizaba la fuente, y puedo decir que pocas veces tan noble y saludable esfuerzo tiene mayor recompensa que el beber un trago de agua fría y pura que bajaba de las cumbres atravesando veneros entre barranco y bajo rocas milenarias.

Ilusionado e impaciente llegué al cortijo de Fuentezuelas, donde subí a la bici de montaña después de llenar el bidón con agua y comprobar la presión de las ruedas

El sol dibujaba sombras alargadas sobre el camino como con prisas por comenzar la ruta, y con buena cadencia y ganas comencé la ruta.

Atravesé por la Avenida José de Mora hasta la rotonda de la Biblioteca y desde allí nueva subida en dirección a la Fuente de San Juan, lugar emblemático para los Bastetanos, que forma parte de nuestro patrimonio.

Esta mágica fuente llevaba más de veinte años sin visitar, y la altura de las “piedras roas” la imagine llena de vida y sonido, y cuál fue mi sorpresa cuando al asomarse a ella solo alcance a escuchar el viento que pasaba veloz, el ruido de una moto apresurada y algún silbido leve de las aves que la cruzaban como un vulgar espacio más, donde antes era refugio y lugar donde calmar su sed.

Los dibujos mágicos y ondas que elevaban el agua al nacer entre borbotones estaban solo en mi recuerdo, como alientos deseosos de un tiempo pasado entre tragos de agua, chapoteos y búsqueda de renacuajos y alguna rana, entre los olores de las higueras que vestían y perfumaban la bóveda del nacimiento, hoy deshumedecido y privado de su identidad como fuente.

 

Nacimiento de la Fuente de San Juan en su situación actual.

 

No era solo tocar el frescor y energía de esa fuente, saltar entre piedras y una buena charla en ellas parando el tiempo; también seguir la acequia cantarina que rebosaba la balsa y llenaba de reflejos. También era visitar las cuevas donde los mayores contaban historias de murciélagos que vivían como manadas en los salientes de los techos en la oscuridad.

Murciélagos que robaban y fumaban los cigarros de los valientes barbilampiños que osaban entrar en sus moradas. Cigarros que apuraban como carreteros entre caladas sin toses.

Cosas del progreso pensé, al ver su desnudez y palidez, y sus señas de identidad irreconocibles.

Seguí la ruta casi no iniciada, donde pasaría por las Siete Fuentes, lugar simbólico y venerado por los bastetanos; lugar de encuentro de paseantes, de hijos del pueblo ausentes que lo llevan en su memoria; lugar de culto donde las garrafas y las botellas que llenan de sus humedades colman de sed y alimentan en los sorbos con solo su nombre: agua de las siete fuentes.

Manan hasta 250 litros por segundo, y desde 1920 sus siete fuentes dan servicio a la Red Municipal Potable de Baza, creadas en esa fecha, siendo muy interesantes las construcciones de casas cuevas existentes en sus cercanías, así como la cultura y artesanía del esparto, milenaria en este territorio. 

                            

Fuente en el paraje de las Siete Fuentes

 

Aunque aún faltan unos dos kilómetros para llegar al límite del Parque Natural Sierra de Baza, ya se huele a Sierra, a montes y a prados, donde el alma se alimenta de su respiración y sus paisajes.        

Con estas sensaciones y pensando que no han pasado 10 minutos desde mi salida doy gracias por mi fortuna al tener tan cercano este lugar, y disfruto de este privilegio con el pedaleo continuo en busca de los momentos por vivir esta mañana de primavera.

 

A la izquierda la pista forestal que asciende en dirección  al Cortijo de Santaolalla (Cruz de La Chaparra).

                

Hay otra alternativa para llegar a este cruce, que es atravesando la población de Baza hasta llegar al final de la Carretera de Caniles, subiendo el falso llano de la Orujera, llegar al cruce donde atraviesa la Vía Verde.                                                           

Girando a la derecha se coge la Rambla del Chopo, y en el siguiente cruce metros después, tomar a la izquierda y a partir de ese momento toda la subida era por la rambla enlazando por la izquierda en fuerte pendiente con la pista forestal ancha y con buen piso que no dejamos, encontrando a nuestro paso varias bifurcaciones a ambos lados y cortijos.    

 

Panorámica desde el primer tramo de la pista forestal por la que hemos iniciado nuestra ruta.

                     

Desde aquí igual que los árboles altos nos hacen más grandes al pasearlos, despertando agradables sensaciones, hoy y en este lugar al volver la vista hacia atrás y a los lados nos muestran las plantaciones de almendros, con algunas higueras sueltas en torno a viejos y derruidos cortijos entre plantas silvestres y alguna flor de primavera.

Esa mirada nos da sensación de pertenencia de alguna forma a este entorno y nos trae en mayor o menor medida recuerdos que nunca se olvidan a pesar del paso del tiempo, que estaban como dormidos.

A mayor altura, mayor perspectiva del lugar y conocimiento del territorio al que pertenece.

Este es un lugar de tránsito cuando era habitado por los serranos, que utilizaban sus caminos y senderos para bajar al pueblo a comerciar y comprar, así como para realizar trámites de “papeleos “y otras gestiones.

Ya van casi 30 minutos de ritmo tranquilo, relajado y disfrutando del paseo, y aquí se marca el comienzo del Parque y continuación de nuestra aventura, la cual seguimos por la pista principal que coincide con el GR-7, que desde Europa conecta a través de Andorra hasta Gibraltar, con su identidad en color blanco y rojo pintado sobre piedras y postes.

Esta es una de las rutas más practicadas por los amantes de la bicicleta de montaña por su belleza, su cercanía, el tiempo empleado, la dificultad media y también por la adrenalina que te acompaña en su rápida bajada después de culminar la subida.

Se ha convertido en una ruta clásica, y en los últimos años la practican grupos de ciclistas por los senderos que van más o menos paralelos a la pista principal; senderos estrechos, con algún obstáculo que hacen las delicias de los amantes de esta nueva disciplina.

Por estos senderos y pistas ha montado y entrena el Bastetano David Valero, medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Ciclismo de Montaña de 2018, Campeón de España por cuarto año en 2019 y actualmente entre los mejores del mundo en su disciplina.

              

               Comienzo del Parque e inicio/ final sendero con lamentables escombros vertidos por irresponsables

 

El reloj marcaba una temperatura de 25 grados en un día perfecto para esta subida con una leve brisa de Levante, que algo ayudaba en los repechos cortos pero explosivos que había en la pista de pendiente irregular, llegando en algún momento al 14 %, que hacía apretar los dientes entre sudores y masas de pinos y algunas encinas de porte medio que nos acompañan distrayéndonos del esfuerzo con su contemplación.

Después de la subida hay un tramo llano donde recuperar, con horizontes al cielo y las cumbres.

Es buen momento para recrearse y dejarse llevar del espacio, donde los aires corren libres.

Son pinares de repoblación, que desplazaron a los encinares antes predominantes, donde no es fácil apreciar la deforestación y degradación habida especialmente en los últimos 75 años, con la destrucción de una importante masa vegetal, como consecuencia de la tala de árboles para leña y para el aprovechamiento de la ganadería, sobre todo.                  

Así, sin apenas darte cuenta llegas a un cruce donde la izquierda abre los sentidos a una joya de la arquitectura popular típica del Parque y del territorio: El cortijo de la Cruz de la Chaparra o más popularmente conocido como de Santaolalla, donde llegaron a vivir hasta seis familias en régimen de aparcería, siendo hoy día propiedad pública desde el año 1954, por adquisición del Patrimonio Forestal.

Las encinas que ocupan la zona basal en esta sierra se extienden en alturas entre los 1.000 y 1.800 metros, donde cada vez se dejan ver más compartiendo espacios con los pinos dejando un bello contraste con estas formaciones boscosas o arbóreas.

 

Cortijo de Santaolalla o Cruz de la Chaparra

 

Esta zona donde se asienta el Cortijo tiene un interés muy importante por sus formaciones geológicas, al ser zona calcárea cuya erosión kárstica ha creado grutas naturales, dignas de visitar con los conocimientos y medios adecuados.

Otro día quizás vuelva y practicar escalada por las excelentes condiciones naturales que ofrece el entorno para esta disciplina.

Frente al cortijo y para los amantes del senderismo, señalado como Lote 3 un sendero que lleva a las Siete Fuentes andando, corriendo o en bici de montaña, a través de la Rambla del Carretón donde se puede contemplar en sus cercanías la Cueva de La Gotera.                         

El tiempo empleado hasta el Cortijo es más o menos igual que desde Santaolalla hasta Narváez, donde hay varios tramos llanos que hacen más llevadera la subida.

Son tramos largos y zonas de subidas en curvas a izquierda y derecha cerradas, con peraltes naturales que las hacen atractivas de recorrer, con partes donde las piedras y pequeñas rocas se muestran en parte por la erosión con el paso de muchos años de las lluvias arrastradas camino abajo y el paso del hombre y vehículos.

Conforme vamos subiendo y con vistas al levante se va descubriendo la Hoya de Baza y sus comarcas, y al abrigo del poniente hoy silencioso, el camino andado nos acerca en la mirada y el deseo a sus cumbres con los Prados del Rey coronando la Sierra majestuosa por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar.

 

                                                                               

Quise hacer un pequeño descanso en un lugar donde los árboles predominantes eran los chaparros, y a cuyas sombras, luces y faldas se abrían en plena primavera flores en arbustos, árboles y otra vegetación de unos colores y belleza singulares, con vida efímera condicionada y limitada por los duros rigores del clima en esta Sierra de alta montaña.


        

 

La floración del sotobosque es muy abundante en toda la zona. Esta flor frágil, que se asemeja al papel, de color morado, y que identifico como una jara estepa, también llamada jara de hoja blanca (Cistus albidus), ha sido elegida por las abejas que la visitan durante escasos 15 días cada primavera, para llevarse impregnadas en sus alas un tesoro que consumen en Europa, desde las colmenas donde han depositado el polen en la Sierra de Baza.                                  

El polen de abeja es el único alimento completo en aminoácidos esenciales y vitaminas, según últimos estudios.

Quedaba la última parte de la subida que transcurría entre mantos de piñas en la tierra, altos pinos y un pequeño riachuelo que apenas se escuchaba por las umbrías donde transitaban las aguas de las cumbres y demás humedades que convergían en los pequeños barrancos que las acogían creando espacios frescos en sus vegetaciones arbustivas varias.

 

Tramo del sendero con el Barranco de los Pinos Bordes a la derecha de la imagen

 

Una curva cerrada a la derecha te abría al tramo final que, aunque esperado por la exigencia del esfuerzo, sentías a la vez deseos que no se acabara la ruta, dadas las agradables sensaciones recibidas.

Un cartel te recibe con las distancias recorridas, a la vez que te indica la llegada al puerto de montaña, y a continuación girando a la izquierda pasar por este lugar donde en la parte superior de esta balsa se toma el sendero que lleva a otra fuente mítica digna de visitar por su entorno y belleza: la fuente del deseo.

 

Bosquete de pinos al final del recorrido en el que se localiza una balsa por la que parte otro sendero que lleva hasta la Fuente del Olvido

 

Han sido 16,900 Kms desde los 860 metros hasta los 1350, con un desnivel acumulado en la subida de 549 metros.

Solo faltan dos centenares de metros más hasta llegar a la Fuente de la Taza y su maravilloso entorno, después de pasar por un corto puente de piedra, donde se muestra la fuente con una mirada hacia abajo en su izquierda.

 

La Fuente de la Taza, se localiza en un  bello rincón junto al Barranco del Peral, muy cerca de Narváez

 

Esta fuente es una de las pocas de las que sigue manando agua en esta sierra, cada vez más castigada por la falta de lluvias y nieves, con las consecuencias de pérdida de masa forestal y su biodiversidad, estando cada vez más expuestos a plagas y enfermedades por la debilidad que sufren por el cambio tan drástico en su entorno, agravado por la falta de medios para prevenir y atender estas urgentes necesidades.

El tiempo se para en estos espacios, con el sonido ambiente del agua que fluye en la fuente y en el riachuelo que la visita; del viento que visita y dibuja el entorno con las nubes y sus cielos donde transitan, el muro, la fuente y la vegetación que en ella perduran para nuestro gozo.

 

Sendero que arranca de la Fuente de la Taza y lleva al Centro de Visitantes de Narváez

 

Decido volver pasando por el Área Recreativa de Narváez, cuyo camino me lo indica este camino adaptado al lugar que transcurre entre una valla de madera y un paisaje muy agradable, hasta llegar al centro de visitantes que ese día permanecía cerrado al público, con lo que la visita habrá que aplazar hasta otro día.

Sabía de las cabañas junto al área recreativa, que han dejado de dar hospedaje a los visitantes que querían pernoctar en este maravilloso parque y tienen sus puertas cerradas a esta aventura y privilegio.

 Quizás no estemos preparados para valorar realmente el inmenso valor que tiene en sí mismo, como medio de difundir los valores de la naturaleza de nuestra Sierra y facilitar sus visitas, visitas hoy privadas de ese servicio hoy extinguido.

 

Centro de Visitantes de Narváez

 

Naturaleza en estado puro, que respiras y sientes en cada mirada.

 

Después de andar por esos espacios algo olvidados y llenarme de ellos decidí era el momento de regresar a Baza y disfrutar de la divertida bajada.

Queda en mi la semilla del conocimiento de esta Sierra, que no visitaba desde hacía demasiados años, y quise conocer todo de ella para lo cual me ayudare nuevamente de la “Guía Para Conocer y Visitar el Parque Natural Sierra de Baza”, que estaba en mi biblioteca en lugar preferente, publicada por la Asociación Proyecto Sierra de Baza, formada por personas altruistas y amantes de la Sierra, comprometidas con este medio.

Intuía que aún me faltaba mucho para conocer realmente este lugar, esta Sierra; quería llegar a “verla y conocerla” para sentirla.

Sabía de buena parte de sus lugares; sabia de paisajes y sensaciones, pero mi sierra era casi una desconocida que amaba con el corazón y mis raíces. Casi nada sabía de su historia, algo de sus heridas, y muy poco de la vida que se manifestaba en sus laderas, barrancos, valles, alamedas, ríos y cumbres: flora, fauna, aves y el extenso, rico y variado medio que los acogía.

Seguiré el índice de la Guía centrándome primero en su medio físico, necesario para conocer y amar este lugar de otra forma: a través del conocimiento.

Me interesare por la situación geográfica, su hidrología, geología, geomorfología, edafología y climatología como primer paso.  Paso lento, medido, ilusionante, didáctico y compartido.

Ya conocía parte de ella por el camino andado y deseaba llegar a través del conocimiento; anhelaba escuchar y aprender desde la experiencia, para lo cual había quedado a la tarde con José Ángel Rodríguez Sánchez y Lorenzo Sánchez Quirante para un café tertulia y recoger sus impresiones desde su amplia experiencia sobre este medio físico, del que eran autores en la Guía por sus conocimientos y compromiso en defensa y valor de este lugar.

Tenía prisa por bajar, ducharme, reponer fuerzas y pensar en los momentos vividos, y en la bajada me deje llevar acompañado por los aires serranos y las vistas que alientan el espíritu haciéndote en su grandeza y sencillez sentirte parte de ella.

 

ESCUCHA Y MIRA LA SIERRA. COMPRENDERÁS TODO MEJOR…”

Leer más…¿CONOCES LA SIERRA DE BAZA? Caminante no hay camino… se hace...

 

Se desatiende, un año más, la necesidad de llevar a cabo una moratoria en la caza de la tórtola europea

 

© José Ángel Rodríguez

Tórtola europea junto a un punto de agua de la Sierra de Baza.

 

Por Resolución de 6 de mayo de 2019, de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos, por la que se publican los periodos hábiles de caza para la temporada 2019/2020, publicada en el BOJA nº 89 de fecha 13 de mayo pasado, a cuyo contenido completo pueden accederse AQUÍ, se hacía pública la normativa, por la que se fijan las vedas y periodos hábiles de caza en el territorio de la Comunidad Autonómica de Andalucía, y se establecen normas para la presente temporada cinegética 2019/2020.

Una resolución que permite, un año más, la caza de la tórtola europea durante la llamada media veda (desde el primer domingo del periodo comprendido entre el 18 de agosto y el 15 de septiembre), y exclusivamente se limita la prohibición de caza en Andalucía de esta especie, la tórtola europea, en el período general de la caza menor, es decir, desde el primer domingo del período comprendido entre el 6 de octubre y el 3 de enero, lo que no resuelve nada, ya que en estas fechas las tórtolas se han ido a África y no quedan en los campos y montes de España, por el carácter de especie migratoria estival.

La tórtola europea, es una especie que en el pasado era muy frecuente en los paisajes agrarios y forestales de la península, que ha visto cómo sus poblaciones han caído en torno a un 25% en España entre 1998 y 2017, según los datos de seguimiento de SEO/BirdLife. Otros estudios específicos apuntan a caídas en torno al 40%. En Europa, el declive medio llega hasta el 70% si se comparan los datos actuales con los de 1980.

Una prohibición propiciada por la Unión Europea, la que con el apoyo de España, aprobó un Plan Para la Recuperación de la Tórtola en 2018, que no termina de ponerse en práctica en España

 

© José Ángel Rodríguez

Ejemplar juvenil de tórtola europea.

 

La prohibición de la caza de la tórtola europea en Andalucía, tenía que haber sido una consecuencia legal del plan aprobado en 2018 por la Comisión Europea para la recuperación de la especie, denominado Plan de Acción Europeo para la Conservación de la Tórtola (2018-2028), aceptado y firmado por casi todos los países europeos incluida España, (menos Chipre, Hungría, Grecia e Italia), el que ha requerido un proceso en el que cada país ha aportado información sobre el estatus en su territorio de la tórtola europea o común en estos últimos años, el que incluye medidas de mejora para frenar su principal amenaza, la destrucción del hábitat, y una moratoria de su caza hasta que se recupere el número de ejemplares. Plan, con texto en inglés, sobre el que puede ampliarse información pulsando AQUÍ.

Normativa comunitaria que al no aplicarse puede suponer la imposición de una sanción a las administraciones autonómicas de España que no respeten esta moratoria, que son las que tienen la competencia en materia de caza. De hecho el pasado 25 de julio la Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción contra España y Francia por no proteger adecuadamente a las tórtolas.

Bruselas ha pedido a ambos países que "refuercen la protección de la tórtola europea (Streptopelia turtur), tal como exige la legislación de la UE en materia de protección de aves silvestres".

Leer más…LA JUNTA DE ANDALUCÍA AUTORIZA UN AÑO MÁS LA CAZA DE LA TÓRTOLA EUROPEA, UNA ESPECIE QUE APARECE...

 

Así lo anunció María José Martín, Delegada Territorial en Granada de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible el pasado mes de julio en una reunión mantenida con propietarios de terrenos de este espacio protegido

 

© Proyecto Sierra de Baza

Panorámica de la cabecera del Barranco Angulo en la zona del pinar oromediterráneo.

 

Conscientes de que la normativa por la que se regula este espacio protegido perdió su vigor temporal en lo que respecta al Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de la Sierra de Baza, hace ya más de tres años y de lo que puede ampliarse información pulsando AQUÍ, así como que está suponiendo una lastra para el efectivo desarrollo sostenible de este espacio protegido y el favorecimiento de las prácticas y usos tradicionales de sus habitantes, la Junta de Andalucía quiere cambiar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de la Sierra de Baza, así lo ha hecho saber, la Delegada Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Granada, María José Martín, a la Asociación de Propietarios del Parque Natural Sierra de Baza, Caniles, Gor, Charches y Dólar.

La Delegada Territorial, indica que «la intención de la nueva administración es trabajar para cambiar la normativa, dando participación a los propietarios del Parque». Y se da un plazo de un año para realizar el cambio normativo. Por otro lado, la Delegada también incidió en la necesidad de aprovechar los muchos recursos que ofrece el Parque Natural, tales como el turismo, la madera, la caza, la agricultura y ganadería, las plantas aromáticas, las setas, etc.

 

Una normativa obsoleta que se hace necesario sustituir con urgencia

 

© Proyecto Sierra de Baza

Las construcciones históricas están en un paulatino proceso de deterioro, sin que desde la administración competente se permita su rehabilitación y puesta en valor. En la imagen ruinas del Molino de la Solana (Arroyo Bodurria).

 

Durante la reunión la Asociación de Propietarios pusieron de manifiesto los problemas que vienen padeciendo debido a la mala gestión del Parque y una normativa obsoleta y caducada desde hace años.

Luis Moya, Presidente de la Asociación, expuso diversos aspectos que afectan a los propietarios de la Sierra de Baza, entre ellos la imposibilidad de arreglar los cortijos conforme a la actual normativa, que se encuentra caducada. Destacando como «Es necesaria una modificación profunda de la normativa PORN y PRUG para adaptarla a la realidad actual», incidió Luis Moya.

Además de arreglar los cortijos, es necesario que la Junta permita arreglar el acceso a los mismos y adaptar los pasos de herradura a los vehículos actuales, a todo lo cual se mostro receptiva la nueva Delgada Territorial

Miguel Molina, alcalde de Gor, que también estuvo presente en la reunión, indicó la problemática en cuanto a los deslindes de los montes públicos. Debido a que la administración no ha realizado dichos deslindes, el Registro de la Propiedad no puede inscribir las fincas a la hora de realizar las escrituras, por lo que obstaculiza cualquier actuación que pretendan llevar a cabo los propietarios.

 

La Junta Rectora debe de ser más representativa y participativa

 

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Cabaña de pastores en la Cañada del Gitano.

 

Por otro lado, también se puso de manifiesto la necesidad de cambiar la representación en la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, para hacerla más representativa y participativa de los intereses que se acumulan en este territorio, para dar cabida a los propietarios, ya que suponen un 30% de la superficie del espacio natural y en la actualidad no tienen ni voz ni voto. Lo más democrático sería incorporar a la Junta Rectora un representante de los propietarios por cada municipio de la zona de influencia del parque natural.

También se le explico a la delegada, la dificultad de poner en marcha el II Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sierra de Baza, actualmente en fase de borrador, ya que las líneas de actuación son imposibles de llevarse a cabo con la actual normativa, por lo que el Plan se convierte directamente en papel mojado si no se revisa y adecúa a la realidad social, también a la normativa de superior rango como es la propia Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), las restricciones y trabas urbanísticas contenidas en los actuales instrumentos de gestión del Parque Natural Sierra de Baza como son el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN)  y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) totalmente restrictivos y fuera de la realidad económica y social en lo que respecta a la rehabilitación, reconstrucción y reforma de las construcciones históricas que se emplazan en este territorio, que impide se pongan en valor y por el contrario se permite e incentiva su paulatina desaparición. Algo que se ha denunciado en muchas ocasiones desde nuestra asociación, e, incluso, fue pedido por la Comisión de Conservación de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, de fecha  17 de febrero de 2014, sin que haya sido atendida esta petición, encontrándonos actualmente con un  bloqueo absoluto para reformar o recuperar históricas construcciones que se emplazan en el ámbito del territorio del Parque Natural Sierra de Baza, con la repercusión que ello tiene en el desarrollo de cualquier actividad económica que se quiera desarrollar en el ámbito de este territorio. Un extremo del que puede ampliarse información AQUÍ.

Leer más…LA JUNTA DE ANDALUCÍA SE COMPROMETE A CAMBIAR LA NORMATIVA DEL PARQUE NATURAL SIERRA DE BAZA EN EL...

 

De propiedad del Ayuntamiento de Gor, es otro de los refugios del macizo central que se encuentra en una lamentable situación de abandono y progresivo deterioro

 

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Fachada principal del Refugio Forestal del Cascajar. Cerrado, si uso y en lamentable y progresiva situación de deterioro.

 

Si en la Revista  Digital SIERRA DE BAZA del pasado mes de junio-2019 nos ocupábamos de la lamentable situación de abandono y deterioro que presenta el histórico Refugio del Pozo de la Nieve, propiedad del Ayunta miento de Baza, y de lo que puede ampliarse información pulsando AQUÍ, este mes traemos a la luz otro de estos históricos refugios forestales, el refugio Forestal del Cascajar, que también se localiza en la zona del macizo central del Parque Natural Sierra de Baza (Granada).  

Emplazado al pie del Calar de Los Tejoletos (2226 metros) el Refugio del Cascajar, da vistas a la zona de Los Pulidos y valle del nacimiento del Río de Gor, en uno de los enclaves más bonitos y naturales de este espacio protegido.

Acondicionado como refugio forestal, sobre la base de un  antiguo cortijo que allí existía conocido como “Cortijo de Los Pulidos”, que le dejó su nombre al actual refugio forestal, el que tomó al estar junto al Barranco de los Pulidos, donde nace una fuente con este mismo nombre, que lleva el agua hasta la misma puerta del refugio, donde se acumula en una balsa. En la década de los años 80 del pasado siglo, se acometió el acondicionamiento del actual refugio forestal, cuya propiedad pertenece al Ayuntamiento de Gor, aunque lo venía gestionando la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que lo tenía incluido en la Red de Refugios Forestales de Andalucía, una situación que se dio de baja hace unos años, utilizándose desde entonces como almacén para encerrar materiales de la Consejería de Medio Ambiente. De hecho cuando se retiraron todos los contenedores de recogida de basura que había colocados en el ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, se llevaron allí y son visibles como se apilan en el patio central del noble edificio.

 

Un lugar con enormes posibilidades

 

© Proyecto Sierra de Baza

 Panorámica invernal del Valle del Río de Gor,  paraje donde se localiza el Refugio Forestal del Cascajar.

 

Abandonado a su suerte, sin otro uso que el que comentamos, de servir para encerrar a los contenedores de basura que se retiraron del Parque Natural Sierra de Baza hace unos diez años, esta noble construcción se encuentra en una progresiva situación de deterioro, que se hace necesario detener, afrontando las obras de conservación y mantenimiento precisas a corto plazo, las que deben de ir acompañadas de un proyecto de rehabilitación integral para su puesta en valor.

No entendemos como estando como estamos en una zona con tanto desempleo, no se estén aprovechando las posibilidades que estos lugares tienen para el turismo sostenible y, por el contrario, se esté permitiendo la destrucción de estas singulares construcciones. Un mal endémico en este espacio protegido desde hace unos años acá, donde una aciaga gestión medioambiental parece querer expulsar al hombre del mismo, sin tener presente la histórica presencia humana que aquí se ha localizado, desde hace al menos 7.000 años. Una tendencia que esperamos cambie con urgencia, ya que la situación no puede esperar más sin  afrontar las necesarias medidas. 

Leer más…EL FUTURO DEL REFUGIO FORESTAL DE EL CASCAJAL PELIGRA

 

Pueden constituir un delito contra la fauna, al afectar al hábitat de una especie protegida como es la Mariposa de Baza (Euchloe bazae) recientemente declarada “EN PELIGRO DE EXTINCIÓN”

 

© Proyecto Sierra de Baza

Algunas de las roturaciones llevadas a cabo en los terrenos esteparios de la Hoya de Baza, donde se localizaba la endémica mariposa Euchloe bazae.

 

Ya lo destacábamos en la Revista Digital SIERRA DE BAZA de julio pasado, al hacernos eco de la declaración de la Mariposa Baza como especie protegida “EN PELIGRO DE EXTINCIÓN”, y de lo que puede ampliarse información pulsando AQUÍ, la protección legal de este lepidóptero no solo iba a ir acompañada de una serie de medidas administrativas, sino que desde la entrada en vigor de este BOE que lo fue al día siguiente de su publicación el pasado 5 de junio, como dispone la Disposición Final Única, también iba a tener una especial transcendencia en penal, ya que la caza, adquisición, posesión o captura de los ejemplares de esta especie pasa a estar tipificada como delito contra la fauna silvestre del artículo 334 del Código Penal, castigado con pena de prisión de 6 meses a 2 años o multa de 8 a 24 meses y en todo caso inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio de la caza y pesca. Pena que indicábamos también se impondrá a quienes destruyan o alteren gravemente su hábitat, lo que iba a transcender en una efectiva protección de los ecosistemas de la Hoya de Baza en que se localiza esta especie. Un ecosistema que venía siendo atacado y arrasado con total impunidad hasta ahora, una situación que ha revertido con la protección de esta endémica mariposa, en cuyo vuelo va a estar la futura salvación de la Hoya de Baza, destacando que el número 2 del citado artículo 224 del Código penal contempla que la pena se impondrá en su mitad superior si se trata de especies o subespecies –como ocurre con la Euchloe bazae- catalogadas en peligro de extinción.

 

Una iniciativa de la Policía Local de Baza

 

© Proyecto Sierra de Baza

Hay parajes donde se ha eliminado todo vestigio de la vegetación natural que allí existía, con  graves e importantes daños en el ecosistema natural que allí existía.

 

Según ha tenido información esta Revista Digital, la Fiscalía de Medio Ambiente de la provincia de Granada, ya ha dado los primeros pasos, y hemos tenido conocimiento de una denuncia de la Policía Local de Baza, que ha puesto en conocimiento de la fiscalía varias roturaciones de terrenos en la Hoya de Baza, en lugares que constituyen el hábitat de la Euchloe bazae, que no solo carecen de autorización administrativa para llevar a cabo el cambio de cultivo, sino que al haber procedido a la roturación del suelo, una acción agrícola de arar o labrar la superficie del terreno para eliminar la vegetación herbácea o arbustiva que allí se localiza, para destinar este terreno a fines agrícolas, que ha supuesto la eliminación de todo el ecosistema que allí se localizaba con graves e importantes daños en toda la fauna asociada al mismo, por lo que puede constituir la conducta penal que se está investigando.

Por lo pronto se han acordado una serie de diligencias instructoras e informes técnicos, entre ellos al SEPRONA, al tiempo que se ha acordado recibirles declaraciones, como investigados, a los responsables de las sociedades que han llevado a cabo estas actuaciones.  

 

El efecto mariposa

 

© José Ángel Rodríguez

Mariposa de Baza (Euchloe bazae,) una especie protegida declarada “EN PELIGRO DE EXTINCIÓN”.

 

El hecho de que haya sido declarada en peligro de extinción una mariposa presente en la Hoya de Baza, como ha ocurrido con la Euchloe bazae o mariposa de Baza,  a cuyo informe científico puede accederse pulsando AQUÍ, donde se destaca como “Dado que Euchloe bazae, especialmente las poblaciones de la Hoya de Baza, tiene un rango de distribución bastante restringido y densidades de población muy bajas, cualquier amenaza puede tener un impacto con un efecto más dañino”, destacando como una de las amenazas a las que se enfrenta es la de la “destrucción de su hábitat por conversión a cultivos de regadío”, son algunas de las razones que justifican la necesidad de proteger estos ecosistemas.

La mariposa de Baza una especie propia de ambientes semiáridos con vegetación de pastizal subestepario o matorral estepario de clima continental, cuya protección legal ha supuesto un  plus de protección para los hasta ahora desamparados y arrasados terrenos esteparios de la Hoya de Baza, que venían sufriendo todo tipo de desmanes medioambientales, ante la mayor y aparente indiferencia. Una situación que puede cambiar a partir de ahora, al poder incardinarse todas estas conductas en el ámbito penal.

Todo un efecto mariposa* el conseguido, precisamente por una mariposa, para la efectiva protección de las estepas de la Hoya de Baza.

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*Con el nombre de “efecto mariposa” se conoce en ecología la idea por la que una pequeña actuación o perturbación inicial, mediante un posterior proceso de amplificación, puede generar unos efectos considerablemente más grandes de los inicialmente previstos. En este caso la  protección de una mariposa, un pequeño insecto, puede traducirse en la protección efectiva de un amplio territorio y de otras formas de vida animal y vegetal que se localicen en su hábitat natural.   

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 © José Ángel Rodríguez

La falsa acacia ha sido profusamente plantada en las proximidades de antiguas casas forestales y caminos en la Sierra de Baza. En la imagen falsa acacia plantada junto al Cortijo de Santaolalla (Cruz de la Chaparra).

 

También conocido con los nombres de robinia, acacia blanca y acacia bastarda, la Robinia pseudoacacia es una especie de árbol del género robinia perteneciente a la familia Fabaceae, es nativa del este y centro de Estados Unidos y se ha introducido ampliamente por un importante número de paisajes, al tratarse de una especie de gran rusticidad y vistosa floración, que soporta además muy bien tanto la sequía estival como las bajas temperaturas invernales. De hecho su nombre científico Robinia está dedicado al jardinero francés Jean Robin (1550-1629), que fue el primero en cultivar este árbol en Europa, en jardines de Paris en el año 1601 en que se estima fue introducida por primera vez en Europa.

En el Parque Natural Sierra de Baza (Granada), la falsa acacia se encuentra muy bien representada y podemos encontrarla desde la zona baja, en las proximidades del Cortijo de Santaolalla (Cruz de la Chaparra), a donde corresponden estas imágenes, a zonas más altas como las proximidades de la pista forestal que asciende a los Prados del Rey, a  la altura de la Canaleja Alta o junto a la iglesia de San Antonio en Los Mellizos a 1.800 metros de altitud.

La falsa acacia es un árbol que puede vivir en torno a 100 años, de rápido crecimiento en los primeros años, que se ralentiza en los ejemplares maduros, pudiendo alcanzar los 25 metros de altura. El tronco tiene la  corteza de color verdoso, para pasar a marrón en los primeros años y tornarse gris y aspecto agrietado en los ejemplares ya maduros, mientras que las hojas son caducas, alternas y compuestas, de margen entero, ovaladas o redondeadas, a menudo con el ápice escotado, presentándose siempre en número impar (imparipinnadas), contando en la base de la hoja (raquis foliar) con dos espinas que se disponen a ambos lados del rabillo.

La floración de la acacia es blanca, siendo muy profusa y atractiva, apareciendo sus flores en racimos numerosos a final de la primavera y comienzos del verano, dando lugar a un fruto en legumbre, que encierra en su interior de 4 a 9 semillas, de aspecto aplanado y color negruzco, dispuestas transversalmente en una sola fila. Dicha legumbre madura al final del otoño y se queda en el árbol, tras la caída otoñal de las hojas, hasta la primavera siguiente.

 

Usos etnobotánicos

 

 © José Ángel Rodríguez

Detalle de las flores y hojas de la falsa acacia.

 

La madera de la falsa acacia es muy dura, de grano apretado y resistente a la humedad y en contacto c on el suelo, por lo que se ha usado para la construcción de postes, muebles rústicos, carretillas, herramientas agrícolas y también como vigas en la estructura de construcciones. Según cuenta López González, en su libro “Guía de los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica y Baleares”, con cita de Quer, con esta madera se hicieron la mayoría de los edificios de Boston (S. XVIII), en cuyo entorno era muy abundante.

Las flores, conocidas popularmente con el nombre de “pan y quesillo”, son comestibles, y en maceración se han utilizado para preparar agua destilada con propiedades antihistéricas.

Las flores son melíferas y las abejas producen con ellas una miel muy popular conocida como “miel de acacia”. 

Hay que tener cuidado con las hojas y semillas que produce, ya que son tóxicas, incluso para el ganado, provocándole diarreas y pérdida de apetito. Como curiosidad comentar que López González, refiere que de sus semillas se puede obtener un aceite que pierde la toxicidad cuando se hierve, el que era muy apreciado por los aborígenes de Norteamérica.

El aprovechamiento ornamental, como árbol, es el uso más extendido de esta especie, aunque hay que tener un especial cuidado con el lugar elegido para su plantación, ya que puede comportarse como especie invasora, debido a la facilidad que tiene para propagarse y desarrollar nuevos brotes a partir de sus raíces.

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En la Estación Meteorológica de Baza se han contabilizado  120,80 mm., con el agravante de que el 91,80 % de estas precipitaciones se han contabilizado en el mes de abril.

 

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Zona del Pinar de la Marina, en las proximidades de los Prados del Rey, con un bonito color verde, tras las últimas lluvias de esta primavera. Fotografía tomada en mayo-2019.

 

A las 17 horas 54 minutos del 21 de junio, hora oficial peninsular, finalizaba la primavera del año 2019, la que comenzó a las 22:58 horas (hora peninsular) del miércoles 20 de marzo para dar paso al verano, estación que terminará con la llegada del otoño el lunes 23 de septiembre, con el comienzo del otoño, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, perteneciente al Instituto Geográfico Nacional.

 

Una primavera más seca y calurosa en la zona de Baza que en los anteriores años

 

Un total de 120,80 mm. (litros metro cuadrado) distribuidos en un total de 17 días, frente a los 123 mm distribuidos en 27 días de lluvia del pasado año 2018, se han registrado en la pasada primavera en la Estación Meteorológica de Baza, en los que ha sido especialmente seca ha sido la segunda mitad, hasta el punto de que los días de primavera de marzo, se contabilizaron 2 días con un total de 6,6 mm, abril fue un mes muy lluvioso hasta el punto de que llovió en 12 días de este mes contabilizándose un total de 111 mm, pero a partir del 4 de mayo ha estado prácticamente ausentes las precipitaciones, de forma que en mayo solo llovió los días 1 y 3, con 0,4 y 1 mm respectivamente, no cayendo nada en el resto de los días de este mes y en junio solo llovió 1 día, con unos exiguos 1,8 mm.   

Los datos estadísticos que comentamos, son los proporcionados por la Estación  Meteorológica emplazada en la ciudad de Baza, dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, únicos de que disponemos ya que la falta de estaciones meteorológicas dentro del ámbito territorial del Parque Natural Sierra de Baza, nos impide llevar un seguimiento más detallado de estas precipitaciones, no obstante por las visitas de campo que hemos venido efectuando a lo largo de este invierno-primavera, podemos asegurar que las precipitaciones en el conjunto del ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, han sido más abundantes en la zona del macizo central (zona de Prados del Rey y su entorno) donde este año se han recuperado los prados de alta montaña y con ello las posibilidades de alimentación de la cabaña ganadera, que arrastraba unos años de penuria en este sentido.

 

Las heladas han estado prácticamente ausentes en la segunda mitad de la primavera

 

© Proyecto Sierra de Baza

Panorámica del Monte de la Semana en junio-2019.

 

Si la primavera del año 2018 fue más lluvia, que la de los últimos tres años en los que se contabilizaron unas precipitaciones muy bajas en la primavera, este año la tendencia se ha invertido y ha bajado ostensiblemente de la media histórica, lo que se ha visto agravado con el aumento de las temperaturas, siendo el día más frío de este período primaveral del año 2019, el 28 de marzo, en que el mercurio bajo de los 0º, situándose en -3,9 ºC, mientras que la helada más tardía fue el 13 de abril con -0,3ºC, mientras que los días más calurosos de la primavera lo fueron el 3 y el 18 de junio con 33,7ºC de temperatura máxima.

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Espectacular floración primaveral de la retama negra (Cytisus scoparius). Parque Natural Sierra de Baza, en junio-2019. Al fondo se aprecian algunos ejemplares de la retama común (Retama sphaerocarpa), con lo que es ilustrativa de las diferencias externas entre una y otra especie.

 

Con el nombre de retama negra, escobón, retama de escobas y también de escoba rubia se conoce a la planta Cytisus scoparius,un arbusto profusamente ramificado, que puede alcanzar entre uno y dos metros de altura. Sus ramas son erectas y presentan 5 costillas, flexibles y asurcadas longitudinalmente, contando con dos tipos de hojas: las inferiores son trifoliadas y con peciolo, mientras que las superiores y de ramos estériles son simples y sésiles. Florece de febrero a julio, según las localidades y altitudes de localización, siendo su floración  muy espectacular y llamativa, de color amarillo, grandes, amariposadas, solitarias o en parejas, en la axila de las hojas. Su fruto en legumbre comprimida de 25-45 mm, con los bordes largamente pelosos, de color negro o casi negro tras la maduración, de donde toma uno de sus nombres populares (retama negra), contiene de 5 a 9 semillas en su interior, de unos 2 a 4 mm, aplanadas, de color pardo oscuro o verdoso, relucientes, con un característico mamelón lateral blanco (estrofíolo).

La especie se distribuye por terrenos silíceos o calizos muy lavados, formando parte de los piornales y monte bajo, también en claros de bosques, hasta los 2.000 metros de altitud. Distribuyéndose por gran parte de Europa, Asia occidental y llega hasta las Islas Canarias. En la Península Ibérica está muy extendida, faltando solo en las zonas marcadamente calizas y en las tierras cálidas y bajas del sur, donde se localiza solo en las zonas de montaña.

 

Usos etnobotánicos

 

© José Ángel Rodríguez

Frutos de la retama negra en maduración.

 

Pio Font Quer, en su obra “El Dioscórides Renovado” se ocupa profusamente de esta planta, destaca como en la antigüedad clásica no fue empleada la retama negra como medicinal, ni siquiera se sabe si los botánicos llegaron a diferenciarla claramente de otras retamas. Fue en la farmacopea francesa cuando en el S. XVIII comienza a aplicarse con fines terapéuticos la retama negra por sus virtudes diuréticas, para combatir la hidropesía retención de líquido es la acumulación de líquido claro en los tejidos o cavidades del cuerpo, lo que no constituye una enfermedad, sino un trastorno meramente fisiológico), aunque de aplicación puramente empírica, siendo a mediados del S. XIX, con el descubrimiento de sus principios activos, cuando el uso de la retama negra entró definitivamente en la terapéutica medicinal, siendo su uso más clásico el de la utilización de sus flores en infusiones, con fines diuréticos, para favorecer la orina y pérdida de líquidos. 

López González, en su libro “Guía de los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica y Baleares”, destaca como a pesar de ser una especie muy común, no ha tenido aplicaciones medicinales hasta hace relativa mete poco tiempo, utilizándose fundamentalmente para fabricar escobas, de donde toma algunos de sus nombres populares y nombre científico “scoparius”· que deriva de la palabra latina scopa, que significa escoba. También destaca este autor que sus flores son comestibles, y en ocasiones sus capullos florales se han macerado en vinagre, de manera similar a la alcaparra. Otras curiosidades etnobotánicas de esta planta, son las de que antes de la introducción industrial del lúpulo para la fabricación de cerveza, se ha utilizado para darle sabor a la cerveza. También cuenta López González, que sus semillas tostadas se han empleado como sucedáneo del café, en tiempos de escasez.

Leer más…ETNOBOTÁNICA DE LA SIERRA DE BAZA: LA RETAMA NEGRA (CYTISUS SCOPARIUS)

 

Los árboles de los bosques están conectados a través de una red subterránea de raíces y hongos, por donde se envían recursos vitales, al tiempo que comparten información y ayuda

 

© José Ángel Rodríguez

Los árboles forman comunidades vivas, que se intercomunican entre sí a través del suelo.

 

Suzanne Simard, una profesora ecóloga de la Universidad, canadiense de British Columbia (UCB), reconocida como una de las mejores de su país dentro de su categoría, ha sentado una base que están siendo muy comentada y discutida dentro de la comunidad científica internacional, según la cual, todos los árboles están interconectados a través de una red subterránea de fungi (mohos, hongos, levaduras) y de sus propias raíces con otros árboles del entorno, de modo que los árboles se comunican entre sí de un modo similar a como lo hacen nuestras propias neuronas. Además –destaca la investigadora- son capaces de traspasarse nutrientes en función de qué árbol de la comunidad lo necesite, creando de esta manera una fórmula cooperativa de supervivencia, en la que todos los árboles de un bosque, sean de la misma o de distinta especie, están conectados entre sí a través de una red subterránea de micorrizas —hongos que se conectan entre ellos y con las raíces de los árboles—, por la que se traspasan recursos vitales, como carbono, agua, nitrógeno y fósforo, pero también comparten información más compleja y establecen distintos tipos de relaciones, configurando un verdadero sistema. 

Para comprobar esta hipótesis, la experta realizó una serie de experimentos, utilizando secuencias de ADN de esas especies, y logró establecer que existen conexiones entre los distintos árboles. Con esos datos, realizó un modelo para poder visualizar la red. 

"Encontramos que todos los árboles estaban vinculados uno con otro bajo el suelo en este bosque, no había ningún árbol que no fuese parte de esta red", detalla Simard, en la conferencia en la UC. 


Los árboles madre

 

© José Ángel Rodríguez

Ejemplares centenarios, los conocidos como “árboles madre” desempeñan un papel fundamental en estas conexiones y en la distribución de información entre los árboles.

 

En el centro de toda esta impresionante red, se encuentran los llamados “árboles madre”. Estos son los ejemplares más viejos del bosque, los cuales cuentan en algunos casos con varios siglos de vida y han sido calificados como los auténticos celebros del bosque, que transmite neuronalmente a través de la red fungi y de las raíces la información que solo ellos conocen debido a su longevidad. De este modo les ofrece información a la comunidad vegetal para sobrevivir en caso de tormentas, inundaciones, fuegos, sequías, etc, pero esta estructura cooperacional no transmite la información en un único sentido del árbol madre al resto, sino que es bidireccional y todos aprenden de todos, creando una fuerte comunidad, interrelacionada entre sí, a modo de una gran red virtual.

Algunos experimentos de campo, han confirmado esta teoría, así se ha podido comprobar, como en algunos casos en que se manipularon las redes de hongos, se pudo constatar que las plántulas germinaron cuatro veces más cuando se habían conectado con los árboles madre que cuando estaban aisladas: "Pudimos concluir que los árboles más viejos estaban, de alguna forma, subsidiando a estas plántulas, transfiriéndoles una gran cantidad de recursos (...) Y eso se vio asociado con un aumento de su sobrevivencia y crecimiento", explica la investigadora.

También encontraron que los árboles juegan distintos roles dentro de esta red. Así, los más grandes y viejos –"árboles madre"– son los que están más conectados con el resto y, cuando germinan los árboles más jóvenes (plántulas), les transfieren elementos vitales. 

"Si perdemos estos árboles más viejos –por una sequía, lo ataca un escarabajo o los cortamos para hacer casas–, toda la red puede colapsar, porque son los nodos centrales (del sistema)", señala la investigadora.

Por eso, enfatiza en la importancia de protegerlos. Un aspecto llamativo que detectaron es que cuando un árbol madre va a morir acelera la transferencia de carbono a sus árboles más pequeños y a otros árboles vecinos, dirigiendo esa energía a ciertos individuos dentro de su comunidad, a modo de elegidos para sucederle. 

 

Los árboles unos seres vivos más inteligentes de lo que se pensaba hasta ahora

 

© José Ángel Rodríguez

Los árboles han desarrollado estos sistemas de cooperación para sobrevivir.

 

Estos descubrimientos nos abren nuevos retos y campos en el mundo de estos importantes seres vivos como son los árboles, ya que se evidencia que no solo pueden sentir, sino también comunicarse con otros congéneres, aunque sean de diferentes especies, algo que hasta ahora se pensaba era exclusivo del reino animal. El siguiente reto será descubrir el lenguaje de los árboles y poder comunicarnos con ellos. Algo que los antiguos druidas ya hacían, en sus ceremonias sagradas entorno a los árboles. Seguro que tienen muchas cosas que contarnos  

Leer más…CURIOSIDADES DE LA NATURALEZA: LAS PISTAS DE SUBTERRÁNEAS DE COMUNICACIÓN DE LOS ÁRBOLES

 

El importante patrimonio paleontológico que se localiza en toda la zona de Baza, uno de los motivos que han llevado a la nominación de esta ciudad

 

 

Logo oficial de las jornadas.

 

Las XXXV Jornadas de Paleontología de la Sociedad Española de Paleontología se celebrarán en la ciudad de Baza (Granada), del 2 al 5 de octubre de 2019, y las organizará el Institut Catalá de Paleoecologia Humana i evolució Social (IPHES) y la Universidad de Málaga (UMA), con la colaboración del Ayuntamiento de Baza, la Universidad a Distancia (sede de la UNED en Baza), la Universidad de Granada (UGR) la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el Proyecto Geoparque de Granada, actuando como Presidente del Comité Organizador Bienvenido Martínez-Navarro, una persona muy vinculada y sensibilizada con los valores naturales y paleontológicos de nuestra zona, la que ya lleva varios años estudiando con profundidad.

 

Según se comenta en la circular difundida con motivo de este Congreso, el lugar elegido, Baza, es la capitalidad del Altiplano Granadino, que incluye las comarcas de Baza y Huéscar, se sitúa a unos 100 km al noreste de la ciudad de Granada, con la que se encuentra comunicada por carretera por la Autovía A-92, y colinda con las provincias de Jaén, Almería y Murcia. Pese a ser una ciudad pequeña, ofrece numerosos servicios, sin perder la esencia y las tradiciones de los enclaves rurales, donde destacan por su singularidad los alojamientos en casa-Cueva.

 

Un importante patrimonio paleontológico en toda la zona de Baza

 

© José Utrera

Trabajos de campo en el Yacimiento Paleontológico Baza-1.

 

También se destacan, entre los motivos que han llevado a elegir a esta ciudad como sede de este importante Congreso, que Baza alberga un excelente patrimonio paleontológico, con el yacimiento del Plioceno inferior de Baza-1 como uno de sus mejores exponentes, sin olvidar que la Cuenca de Baza conserva uno de los mejores registros para el estudio del PlioPleistoceno de toda Europa, como ocurre con los yacimientos ubicados en el sector Orce-Huéscar. Esta ciudad ha estado poblada desde muy antiguo por numerosas civilizaciones, preservando abundantes vestigios arqueológicos, como la Dama de Baza, de época íbera (S. IV a.c.), o los baños árabes, de época nazarí (S. XIII-XIV). Algunos de estos restos de conservan en el Museo Arqueológico de Baza y, además, existe un centro de interpretación de los yacimientos arqueológicos (CIYA) diseñado para la divulgación y la investigación de la cultura íbera. Otro aspecto a destacar son las fiestas populares, especialmente “El Cascamorras”, una tradición de origen religioso, que se remonta a mediados del S. XV y que ha sido declarada fiesta de interés turístico internacional. Todos estos aspectos, junto a la rica gastronomía y el carácter afable de sus gentes, hacen de esta localidad un lugar ideal para la celebración de estas jornadas.

 

 

El Patrimonio paleontológico y desarrollo”, tema central de las jornadas

 

© Proyecto Sierra de Baza

Paisaje de la depresión de Baza, el escenario elegido para estas jornadas.

 

El tema principal de las XXXV Jornadas de Paleontología se centrará en “Patrimonio paleontológico y desarrollo”. La lengua oficial de las jornadas será el castellano, aunque también se aceptará el uso del inglés. En cuanto a la fecha límite para recibir comunicaciones científicas es el 15 de junio de 2019. La extensión de los resúmenes tendrá un máximo de cuatro páginas, incluyendo las referencias bibliográficas y un máximo de dos figuras. Los resúmenes, ajustándose a las directrices marcadas por la organización, se deben enviar a la dirección de correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Puede acceder al formulario de inscripción y ampliar información en el siguiente enlace:

– Formulario de inscripción

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Reportaje fotográfico del viaje a Alicante


VIAJE DE LA ASOCIACIÓN PROYECTO SIERRA DE BAZA POR LA PROVINCIA DE ALICANTE | 8 Y 9 DE JUNIO DE 2019

Por Agustín Orduña 

Salinas y Dunas de Pinet 

Flamencos en las Salinas de Pinet 

Avoceta en las Salinas de Pinet 

Palmeras en los jardines del Huerto de El Cura (Elche) 

Cactus en el Huerto de El Cura (Elche) 

Estanque en el Huerto de El Cura 

Aves exóticas en semilibertad en los jardines del Huerto de El Cura 

Detalle arquitectónico y ave exótica en el Huerto de El Cura 

Pareja de patos joyuyo o de la Florida (Huerto de El Cura) 

Panorámica del Puerto de Alicante desde el Castillo de Santa Bárbara 

Castillo de Santa Bárbara (Alicante) 

Uno de los patios del interior del Castillo de Santa Bárbara (Alicante) 

Sala del Castillo de Santa Bárbara (Alicante) 

Basílica de Santa María (Alicante) 

Rotonda en Alicante 

Panorámica del castillo árabe de Guadalest 

Una de las puertas de acceso al Castillo de Guadalest 

Detalles arquitectónicos del Castillo de Guadalest 

Otra de las puertas de acceso al Castillo de Guadalest 

Puerto de Calpe, con el Peñón de Ifach al fondo

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Ha tenido lugar los días 8 y 9 de junio, para visitar algunos sus principales monumentos y espacios naturales de esta provincia

 

© Proyecto Sierra de Baza

Un grupo de asistentes se mueven por una de las sendas de las dunas del Pinet.

 

En un viaje organizado por la Asociación Proyecto Sierra de Baza, dentro de su programa anual de actividades, en la madrugada del pasado 8 de junio un grupo de 30 personas, salíamos desde la Estación de Autobuses de Baza con destino a Alicante, con un  pequeño retraso por un imprevisto de última hora con el autobús que nos iba a llevar hasta nuestro destino en la provincia de Alicante.

Nuestra primera parada fue en las llamadas Salinas y Dunas del Pinet, un bonito y bien cuidado enclave, con senderos balizados y marcados en los que a lo largo de un recorrido de aproximadamente dos kilómetros nos podemos mover por la zona de dunas, con algunos refugios para la observación de la importante población e aves acuáticas que allí se localizan, de los que destacan la población de flamencos, un ave elegante y siempre espectacular de contemplar, aunque también pudimos observar a otras especies como cigüeñuelas, avocetas, correlimos, andarríos o diferentes tipos de gaviotas. 

 

Palmeral del Huerto del Cura

 

© Agustín orduña

Estanque en el Huerto de El Cura.

 

Tras la visita a las Dunas y Salinas del Pinet se continuó la marcha hasta la población de Elche para visitar el Huerto del Cura, un magnífico y bien cuidado palmeral declarado en 1943 Jardín Artístico Nacional, el que tiene una superficie aproximada de 12.000 m2. En su interior se ubican armoniosamente toda una serie de plantas mediterráneas y tropicales distribuidas en un ambiente de tranquilidad y reposo donde las palmeras, auténticas protagonistas del jardín, le confieren su particular aspecto.

También se puede disfrutar de sus espléndidas colecciones de palmáceas y cactáceas, procedentes de todos los rincones del mundo, con multitud de especies adaptadas a nuestro clima. Además de las palmeras, crecen en el Huerto del Cura otros cultivos típicos del Mediterráneo español, como limoneros, naranjos, granados, algarrobos y azufaifos, junto a otras de clima subtropical que a través del tiempo han ido confeccionando una bella colección de plantas procedentes de los lugares más exóticos.

Ya en Alicante nos pudimos alojar en un confortable hotel emplazado al pie del Castillo de Santa Bárbara, donde tuvieron lugar nuestra comida y cena de esa primera jornada.

Por la tarde una excursión guiada por el casco antiguo de Alicante, que estaba previsto completarla con  una visita al Castillo de Santa Bárbara esa misma tarde, pero un error en el horario de apertura al público nos impidió hacerlo aquella tarde, por lo que hubo que reprogramar el resto de nuestras visitas programadas y efectuar al visita a esta magna construcción en piedra en la mañana siguiente, el 9 de junio, antes de dejar Alicante.

 

Visita al pueblo de Guadalest

 

© Agustín Orduña

Detalle arquitectónico del Castell de Guadalest.

 

Tras la visita al Castillo de Santa Bárbara, el que toma su nombre de esta Santa, al haber sido conquistado de los árabes un 4 de diciembre del año 1248 por el Infante Alfonso, el que posteriormente sería Alfonso X el Sabio y conocer un poco de su historia, rodeada de conflictos militares para su conquista por unos y otros a lo largo de los últimos 800 años, dada su estratégica posición defensiva de toda la bahía y puerto de Alicante, nos dirigimos en autobús al bonito pueblo de Guadalest, una villa que aparece presidida por su castillo (Castell de Guadalest) de origen musulmán. El pueblo, muy bien explotado turísticamente, con gran cantidad de museos y comercios y establecimientos hosteleros, conserva todos los encantos y estructura de su arquitectura medieval, habiendo sido declarado conjunto Histórico-Artístico en el año 1974. Desde su castillo pueden disfrutarse  de unas impresionantes vistas al valle donde se localizan y bien puede merece la pena su ascenso.     

 

Comida de despedida al pie del Peñón de Ifach

 

© Proyecto Sierra de Baza

Comida de grupo de los asistentes en un restaurante de Calpe.

 

La visita por tierras alicantinas terminó en Capel, donde en un concurrido restaurante de esta localidad tuvimos ocasión de degustar una selección de paellas valencianas, de diferentes tipos, que nos prepararon para la ocasión. Una bonita y grata despedida de una excursión muy bien organizada por Viajes Quebrante, con los que se contrató este viaje, a la que quizá le faltó tiempo, ya que se quedaron sin ver las Fuentes del Algar, precisamente por falta de tiempo, por lo que se comentaba entre los asistentes, siendo prácticamente un sentir general, que la próxima excursión que se organizara, para la que ya se estaban manejando fechas y lugares, tendríamos que hacerla con más días de viaje, de lo que la organización tomó nota.

Puede accederse a un reportaje fotográfico de esta excursión, del que es autor Agustín Orduña, pulsando AQUÍ.

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Un  selecto grupo de pinos silvestres forman parte de un “Huerto Semillero” para garantizar la genética y supervivencia de esta endémica especie, declarada en peligro crítico de extinción

 

© Proyecto Sierra de Baza

En la Sierra de Baza, podemos localizar ejemplares centenario de pinos silvestres.

 

Los endémicos pinos silvestres de la Sierra de Baza y Sierra Nevada, en la provincia de Granada (Pinus sylvestris subsp. nevadensis, en el sur de España deben se consideran como relícticos, ya que requieren unas condiciones climáticas más frescas, y sobre todo, más húmedas. Esto supone que se encuentran en vías de extinción por causas naturales. Apenas existe regeneración natural de la población de Sierra Nevada, ya que las semillas son consumidas por muchos depredadores y las plántulas mueren en su mayoría durante el verano; las pocas que sobreviven son ramoneadas por los mamíferos herbívoros (ciervos, cabra montés y ganado doméstico), si a esto unimos que presentan graves problemas con algunas plagas forestales como procesionaria o muérdago y que se localiza la especie en un área de distribución muy reducida, entenderemos porqué se ha catalogado “EN PELIGRO CRÍTICO DE EXTINCIÓN” (CR), el grado siguiente a su extinción.

 

Un Huerto Semillero para intentar salvarlos

 

© Proyecto Sierra de Baza

Pino silvestre número 93, que se localiza en las proximidades de los Prados del Mayoral.

 

En silvicultura forestal, se llaman “árboles padres” a los ejemplares de mayor porte y tamaño que tienen una función natural de dispersión de semillas dentro de un bosque o ecosistema forestal, o se utilizan con este fin, para la reproducción de sus semillas en vivero forestal.

Si observamos con detenimiento los troncos de algunos de los ejemplares más centenarios y singulares de los pinos silvestres de la Sierra de Baza, en parajes como el entorno del Refugio del Pozo de la Nieve y Prados del Mayoral, podemos comprobar cómo algunos de ellos aparecen marcados con una chapa metálica que contiene un número, como la que reproducimos del pino 93.


El origen de estas marcas está en un programa de selección y recogida de sus semillas (Huerto Semillero), para la posterior reproducción controlada en un vivero forestal, dado que se trata de una especie protegida en peligro de extinción, para lo que se han seleccionado como "árboles padres" a un selecto grupo de estos pinos silvestres de la zona del Pinar de la Marina, en las proximidades de los Prados del Mayoral, en el entorno del Pozo de la Nieve, que se estima representan la pureza genética de esta endémica especie,. Con la finalidad de preservar la especie y cualidades genéticas de la misma.

 

La más importante población natural del endémico Pinus Sylvestris nevadensis, se localiza en la Sierra de Baza

 

© Proyecto Sierra de Baza

Bosquete de pinos silvestres en la Sierra de Baza (Granada).

 

El pino silvestre, es un árbol de hasta 30 m, perennifolio, de tronco pardo-rojizo, con corteza de la parte superior de anaranjado pálido a rojizo, que se separa en placas papiráceas y ramillas superiores de un característico rojizo-amarillento.

Aun cuando la especie está ampliamente distribuida en Europa y Asia. La subsp. nevadensis se encuentra solamente en Sierra de Baza y Sierra Nevada (Granada); aquí (en la Sierra de Baza) se localiza la mayor población mundial de esta especie, con unos 80.000/100.000 ejemplares, concentrados todos ellos en la zona caliza del macizo central, mientras que en esta última, Sierra Nevada, sólo existe una población silvestre, que incluye entre 5.000 y 10.000 individuos, siendo el resto pinares de reforestación.

Puede ampliarse información de esta iniciativa en el siguiente enlace:

https://es.slideshare.net/redescma/pinus-nevadensis131016

Leer más…LOS PINOS PADRES DE LA SIERRA DE BAZA

 

Así lo pone de manifiesto un estudio científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales

 

© José Ángel Rodríguez

Lindes con vegetación arbustiva en unos campos de cultivo de la zona de La Semana (Parque Natural Sierra de Baza).

 

El Museo Nacional de Ciencias Naturales ha participado en una investigación que ha analizado datos de 49 estudios en más de 1.500 paisajes europeos diferentes. Según sus resultados, la configuración de los campos sembrados influye directamente en la producción y en la diversidad de especies animales y vegetales de la zona, conclusiones a las que ha llegado un equipo internacional de investigadores, en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), ha elaborado una síntesis en la que analizan cómo afecta la composición y configuración de los paisajes agrícolas a la abundancia de artrópodos y la calidad de los servicios que nos proporcionan los ecosistemas.

Los datos confirman que, en las áreas donde hay mayor densidad de lindes  aumenta hasta en un 70% la presencia de artrópodos polinizadores y más del 40% la de aquellos que controlan de forma natural las plagas. Además en estas zonas dominadas por cultivos con mayor presencia de lindes también se logra alta productividad de las cosechas.

 

La agricultura y ganadería intensiva un peligro para la biodiversidad

 

© José Ángel Rodríguez

 

Está comprobado que la agricultura y ganadería intensivas perjudican la biodiversidad, ya que reducen drásticamente el número de especies animales y vegetales. Las que desparecen con estas prácticas son imprescindibles también para producir los alimentos que consumimos. Es el caso de los artrópodos que actúan como polinizadores y también controlan de forma natural las plagas que afectan a los cultivos.

En este artículo, que acaba de publicarse en la revista Ecology Letters, han examinado cómo afectan la composición de los paisajes agrícolas –porcentaje de áreas dedicadas exclusivamente al cultivo y hábitats semi-naturales–, y la configuración de esas áreas, es decir, la densidad y longitud de las lindes entre campos, a la abundancia de artrópodos, al control de plagas, a la polinización y al rendimiento de los cultivos.

El trabajo se ha basado en los datos brutos de 49 estudios previos que analizaban 1515 paisajes agrícolas europeos. “Con la medición y análisis de las distintas variables hemos comprobado que los efectos en los diferentes tipos de paisajes no son lineales. Las respuestas varían a lo largo de los gradientes de composición y configuración del paisaje”, explica la investigadora del MNCN Elena Concepción.

En cualquier caso, en las áreas donde hay mayor densidad de lindes, hemos comprobado que la abundancia de artrópodos polinizadores y los controladores naturales de plagas aumentaron en un 70 y un 44% respectivamente. Asimismo, hemos detectado que, en los paisajes con más de un 50% de tierras cultivadas la producción de las cosechas aumentó con la densidad de lindes”, continúa.

Según Mario Díaz, también investigador del MNCN: “Esta síntesis corrobora que favorecer la diversidad en los ecosistemas no solo mejora la biodiversidad sino que aumenta la producción agrícola y la hace más sostenible”, por lo que debe de potenciarse la presencia de vegetación arbustiva o arborea en las lindes de los campos de cultivo.

 

Fuente:Agencia de Noticias SINC.

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