Se ha acondicionado un punto de uso público para la observación y fotografía de aves en el paraje de la Cañada del Espartal del Parque Natural Sierra de Baza.
Algunos datos sobre este lugar y consejos prácticos para su uso, se dan en este reportaje
Por Agustín Orduña y José Ángel Rodríguez
Fotógrafos de naturaleza de la Asociación Proyecto Sierra de Baza
© José Ángel Rodríguez
Exterior de la caseta acondicionada en el punto de observación de fauna silvestre, junto a la charca en que se localiza.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/06/2022
Con la intención de favorecer la observación de aves como la fotografía de aproximación de alta definición en el Parque Natural Sierra de Baza, el que cuenta con una importante riqueza y biodiversidad ornitológica, hasta el punto de que hay catalogadas un total de 129 especies, incluyendo tanto las residentes, como las invernantes, estivales o las que nos visitan en vuelo de paso, por lo que se trata de un punto caliente de la biodiversidad, por la Dirección del Parque Natural Sierra de Baza, se ha acondicionado en el paraje de la Cañada del Espartal un punto de uso público para la fotografía y observación de aves, que se va a mantener instalado fijo.
Los hides se construyen o instalan para observar fauna sin molestarla, sin que nos vean y protegido de las inclemencias del tiempo, lo que permite poder llevar a cabo largas esperas dentro del mismo, con una posibilidad alta de obtener buenos resultados fotográficos, para lo que resulta fundamental que se construyan o acondicionen en lugares donde ya abundan previamente las especies silvestres, en este caso especialmente aves, que atraídas por el punto de agua que se localiza en el lugar, se aproximan hasta allí para beber agua, bañarse o atender sus necesidades diarias de aseo de su plumaje.
Una caseta de madera de dos plazas, muy cómoda para la fotografía y observación de la fauna silvestre
©José Ángel Rodríguez
Interior de la caseta de la Cañada del Espartal, muy cómoda y bien acondicionada para cumplir sus objetivos.
Por gestiones de la Asociación Proyecto Sierra de Baza y la decidida intervención de la Directora Conservadora del Parque Natural Sierra de Baza, Doña Almudena Cano Serrano, se ha hecho realidad una vieja demanda que teníamos los aficionados a la fotografía de naturaleza y a la observación de la fauna silvestre que visitamos el Parque Natural Sierra de Baza, para la instalación de un punto fijo para la observación de aves. Aspiración que se ha visto hecho realidad con el acondicionamiento de un formidable y cómodo hide, para la observación de aves, para lo que se ha instalado en el lugar seleccionado una caseta de madera tratada para la intemperie y perfectamente camuflada e integrada con el medio natural que lo rodea, la que cuenta con una ventana dotada con una malla de camuflaje, siendo las medidas de la caseta de 2,80 metros de larga por 1,60 metros de ancha, con una altura interior de 2 metros, lo que nos permite poder ponernos de pie en la misma.
El punto de observación de fauna que se ha abierto al uso público, se encuentra situado junto a una baña o bebedero para animales en el paraje de la Cañada del Espartal, al pie del llamado Morrón Alto, aprovechando la existencia de una charca artificial a la que acude a beber agua la fauna silvestre del entorno, la que se acondicionó a final del pasado siglo y viene siendo mantenida por la sociedad de Cazadores “La Perdiz” de Baza, que lo tiene en muy buenas condiciones de conservación y con un nivel de agua constante.
Hemos adaptado el lugar a la fotografía de aves
© Manuel Peña
Imagen tomada durante el desarrollo de los trabajos de acondicionamiento llevados a cabo en la baña.
El pasado 15 de mayo, los autores de este artículo, miembros de la Asociación Proyecto Sierra de Baza, acompañados por Manuel Peña Expósito, conocido fotógrafo por su afición de fotografía de amaneceres, nos dispusimos a realizar las labores de acondicionamiento de la baña, para adaptarla en todo lo posible a la fotografía de aves silvestres. Este punto de agua, se construyó en la década de los años noventa del pasado siglo con la finalidad de que sirviera para atender las necesidades la fauna silvestre de todo este paraje, principalmente ciervos, al localizarse en una zona que carece de arroyos, fuentes o manantiales con agua constante a lo largo del año, por lo que se acondicionó con la exclusiva finalidad de atender las necesidades de agua de la fauna silvestre del lugar y para que sirviera para mantener la misma en la zona, por lo que no estando pensada esta baña en su origen para llevar a cabo actividades de fotografía o de observación de fauna silvestre, fue necesario llevar acabo algunas actuaciones puntuales.
Al efecto y para facilitar la entrada de las aves a la baña, se acondicionó una pequeña playa de arena, con una base de piedras, al tiempo que se naturalizaba e integraba en el entorno, favoreciendo así que las aves, pudieran acceder al agua sin resbalar y las imágenes que se tomaran de los animales que se acercaran hasta el agua aparecieran tomadas en un medio más natural. También se instalaron varios posaderos, con ramas y troncos secos, estratégicamente colocados, para facilitar el acceso de las aves al agua y también la fotografía de las aves que se acercaran hasta el lugar.
© José Ángel Rodríguez
Panorámica de la baña desde el interior del hide, ya acondicionada con sus posaderos para la fotografía de aves y la adaptación de una playa por la que accedan las aves a la baña en la parte frontal de la charca.
A la semana siguiente de llevar a cabo estos primeros trabajos, ya se volvió con el equipo fotográfico listo, para realizar una primera valoración, llevar algunos ajustes puntuales de los posaderos y, sobre todo, valorar la riqueza faunística de este lugar y sus posibilidades para la fotografía y observación de aves.
Aun cuando conocíamos previamente este lugar, en el que habíamos efectuado algunas previas sesiones fotográficas con hide portátil, nuestro nuevo contacto fotográfico con este hide fue muy gratificante, y desde nuestra llegada pudimos comprobar como la especie dominante y que más abunda en la zona era el piquituerto común (Loxia curvirostra), hasta el punto de que en esta primera sesión fotográfica, que apenas duró tres horas, pudieron entrar 200 o más individuos de esta especie, de forma constante a lo largo de toda la jornada, por lo que siendo esta la especie dominante, nos pusimos de acuerdo en denominar y pasar a conocer entre nosotros este lugar como Hide de Los Piquituertos.
© Agustín Orduña
El piquituerto es la especie más abundante en este paraje y le da nombre a este hide.
El entorno donde se localiza el Hide de Los Piquituertos
© José Ángel Rodríguez
Un bosque maduro de pinos resineros y carrascos, con pies sueltos de encinas, con un sotobosque muy bien conservado de vegetación arbustiva arborescente como enebros de miera y algunas jaras, constituyen la vegetación dominante de este entorno.
Toda la zona en que se localiza este punto de observación de fauna, fue objeto de una intensa y masiva reforestación de pinos entre las décadas de los años 50 a 70 del pasado siglo. Ahora, cuando han pasado más de cincuenta años, todos estos árboles han madurado, han adquirido un buen porte y el originario pinar de reforestación se ha ido naturalizando en el paraje, con la aparición de claros naturales entre los pinos, por los árboles que han ido muriendo y se han integrado en el suelo, aportando al mismo nutrientes, al tiempo que se ha visto invadido el sotobosque por un mosaico de especies vegetales propias del entorno, en las que destacan algunas cupresáceas del género Juniperus, de porte arborescente, principalmente Juniperus oxycedrus, el popularmente conocido como enebro de miera, a acudiendo los túrdidos al consumo de sus frutos. Madurez y consolidación de este pinar que ha favorecido la presencia de un importante número de especie de aves netamente forestales, que son los principales habitantes de este paraje, además de ciervos y ardillas, que están igualmente presentes en la zona.
Diecisiete especies de aves diferentes en la primera sesión fotográfica
© Agustín Orduña
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus), un párido muy frecuente en la charca, con una importante cantidad de ejemplares presentes a lo largo de toda la sesión fotográfica. Nuestra experiencia fotográfica en el Hide de Los Piquituertos, nos brindó la oportunidad de observar y fotografiar distintas aves forestales, muchas de ellas emblemáticas del Sur de España.
La primera impresión que nos dio este punto de observación de aves, fue muy satisfactoria, ya que desde el minuto uno, empezaron a entrar pájaros. Unas más recelosas que otras, aun cuando todas fueron entrando a beber o a bañarse. Utilizando para ello, los diferentes posaderos que se habían acondicionado por nosotros en el entorno de la charca, al tiempo que se posaban en los árboles y arbustos próximos, antes de terminar de decidirse a entrar a beber agua.
© José Ángel Rodríguez
Paloma torcaz posada en un encina en floración del entorno de la charca.
De vez en cuando, la zona era sobrevolada por rapaces, por lo que la espantada de los pajarillos ante el peligro era inevitable y había que esperar algunos largos minutos a que se recuperara la calma, rodeándonos de paciencia… y a esperar a que nuestros pájaros volvieran a la charca.
En esta primera sesión fotográfica, la que tuvo lugar el pasado 20 de mayo, calculamos que nos pudieron entrar entre 300 a 500 aves, siendo el piquituerto común, como ya hemos comentado, la especie que más entró al bebedero, entrando en bandadas de hasta 10 ejemplares, con vistosos y variados colores primaverales, propios de los juveniles, de las hembras o de los adultos ya maduros, con su característico color rojo carmín, ya que se trata de un paseriforme, que presenta una gran variedad de colores y tonos en su plumaje.
Pero no solo fueron piquituertos, los que visitaban la charca, sino que nos entraron un total de diecisiete especies diferentes. A todas ellas pudimos fotografiarlas y en concreto, pasaron a formar parte de nuestro archivo fotográfico las siguientes especies, sobre las que se puede ampliar información pulsando sobre los diferentes nombres que pasan a indicarse:
- Arrendajo (Garrulus glandarius)
- Carbonero común (Parus major)
- Carbonero garrapinos (Periparus ater)
- Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)
- Escribano montesino (Emberiza cia)
- Herrerrillo común (Cyanistes caeruleus)
- Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)
- Mirlo común (Turdus merula)
- Mito (Aegithalos caudatus)
- Mosquitero común (Phylloscopus collybita)
- Pardillo común (Linaria cannabina).
- Paloma torcaz (Columba palombus)
- Pico picapinos (Dendrocopos major)
- Pinzón vulgar (Fringilla coelebs).
- Piquituerto común (Loxia curvirostra)
- Verdecillo (Serinus serinus)
- Zorzal charlo (Turdus viscivorus)
Virtudes y deficiencias de este hide
© José Ángel Rodríguez
Un macho de piquituerto, acompañado de una hembra y la cría del año, en la playa que se ha acondicionado para el acceso de la fauna silvestre a la baña.
Como ya hemos comentado, el origen de esta baña estaba exclusivamente dirigido a poner un punto de agua a la fauna silvestre de la zona, particularmente ciervos, tras su reintroducción en el Parque Natural Sierra de Baza en el año 1987, pero no se pensó su actual uso, por lo que evidentemente presenta algunas deficiencias para la fotografías de aves silvestres, que nosotros hemos intentado corregir en lo posible, como es la del propio posicionamiento que tiene la caseta de observación con respecto a la baña, la que se encuentra emplazada a un plano inferior, por lo que las imágenes que se toman de las aves en el agua tienen que hacerse en picado, lo que no resulta atractivo, siendo ésta su principal deficiencia. Por el contrario, y aquí es donde debemos dirigir nuestra fotografía, los pájaros toman muy bien los diferentes posaderos que se han colocado en el entorno de la charca, los que reciben muy buena luz y se encuentran a una altura equilibrada con respecto a la caseta del hide. Los árboles y arbustos del entorno natural en que se localiza el hide, también permite completar las posibilidades fotográficas de nuestra sesión en este lugar, siendo el principal atractivo de este hide la abundancia de aves que lo visitan y la variedad de especies presentes.
Un hide de uso público sometido a unas normas de uso
© Agustín Orduña
Verdecillo macho, en uno de los posaderos que rodean la baña.
El uso de este hide es libre, estando estudiándose que se haga con reserva previa, para facilitar y garantizar su uso, como así hemos solicitado se haga a la Dirección del Parque Natural Sierra de Baza, debiendo de atenderse a las siguientes normas que ha establecido la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible en Granada para su uso:
- Cerrar la puerta cuando se abandone el equipamiento.
- Respetar al resto de usuarios.
- Mantener silencio.
- No utilizar cebos ni comida para atraer la fauna.
- No dejar ni abandonar residuos.
- Respetar el orden de llegada para su uso.
- Procurar no hacer ruido cuando se aproxime por si hubiera otro usuario.
Nuestras recomendaciones, para la utilización de este hide
© José Ángel Rodríguez
Mito (Aegithalos caudatus) secando su plumaje tras un baño.
- Una vez descargado el equipo a utilizar, no dejar el vehículo que nos ha llevado hasta allí a la vista de los pájaros en el entorno del hide, ya que recelan de su presencia y se pueden mostrar más esquivos, sino que se debe de llevar el coche y dejarlo a la entrada, fuera del alcance de las vista de los animales, en el lugar habilitado, para ello, en dirección a la salida del lugar donde está la charca hacia la pista forestal que hemos traído, dejándolo a la izquierda (sentido de salida), entre los pinos en un hueco que hay habilitado para ello, oculto de la presencia de los pájaros y fauna silvestre:
© Agustín Orduña
Lugar habilitado para dejar los coches, cerca del hide, sin entorpecer el paso por el camino y oculto de la fauna silvestre. Al final del camino que se aprecia en la imagen se localiza el punto de observación de fauna.
- Si ves un coche en el lugar indicado, abstente de entrar, pues el hide estará siendo usado, y podrás molestar la sesión fotográfica de otro compañero.
- No fumar, ni salir de manera innecesaria del hide.
- Guardar absoluto silencio, mientras se está practicando esta actividad.
- Como hay cobertura móvil, poner los teléfonos en modo silencio.
- Lleva la comida en bolsas o envoltorios que no hagan ruido al manipularlos.
- Deja el hide tal y como te gustaría encontrarlo y llévate contigo la basura que generes.
- No modificar los posaderos, ni añadir otros (periódicamente ya se irán modificando por los encargados del mantenimiento de este lugar)
Lo que se debe de traer para la utilización correcta de este hide
© José Ángel Rodríguez
Una ventana cómoda y amplia, dotada de una red de camuflaje, facilita la fotografía de aves desde el hide.
- Para sacar el mejor partido a las fotografías en estas instalaciones, recomendamos usar lentes entre 400 mm y 600 mm. Si es zoom tendrás suficiente flexibilidad para captar a los animales en diferentes distancias. Y por supuesto, no te puede faltar un buen trípode.
- Ropa adecuada ¡En el campo todo puede cambiar!
- Lleva ropa oscura, verde, negra o de camuflaje; así serás menos visible en el hide.
- Ahora en verano, no olvides de llevar agua para beber.
- Y vente armado de paciencia.
Localización del observatorio-hide de la Cañada del Espartal
© Proyecto Sierra de Baza
Pinchar sobre la imagen para ampliarla
Plano de situación del Hide de la Cañada del Espartal o de Los Piquituertos.
Para llegar hasta el Hide de la Cañada del Espartal, tenemos dos opciones:
Una,desde Narváez, para lo que hay que tomar la pista forestal, que pasando por el Cortijo de Santaolalla lleva hasta Baza. A la altura de Morrón Alto, a unos 4 kilómetros de Narváez, arranca un camino a la margen izquierda de esta pista forestal, que penetra por la zona de la Cañada del Espartal y pasando por la Rambla de Ceuta termina conectando con la A-92N. Penetraremos por este camino, comprobando como a unos 400 metros de haber dejado la pista forestal que conduce de Narváez al Cortijo de Santaolalla, sale a su izquierda otro camino por el que tenemos que penetrar, el que tras un recorrido de unos 300 metros, termina en el lugar donde se encuentra la charca y la caseta de observación de aves.
Otra, desde la ciudad de Baza, para lo que tenemos que tomar la pista forestal que lleva a Narváez, pasando por el Cortijo de Santaolalla, a unos 4,9 Kms. del Cortijo de Santaolalla arranca a su derecha un camino que penetra por la zona de la Cañada del Espartal y pasando por la Rambla de Ceuta termina conectando con la A-92N. Al igual que indicábamos para la anterior opción, penetramos por este camino, comprobando como a unos 400 metros de haber dejado la pista forestal que conduce del Cortijo de Santaolalla a Narváez, sale a su izquierda otro camino por el que tenemos que penetrar, el que con un recorrido de 300 metros termina en el lugar donde se encuentra la charca y la caseta de observación de aves.
Para ampliar información de este Hide de uso público en la Ventana del Visitante de la Red de Espacios Naturales de Andalucía, pulsar AQUÍ.
GALERÍA FOTOGRÁFICA CON OTRAS IMÁGENES CAPTADAS EN EL HIDE
© Agustín Orduña
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
© Agustín Orduña
Carbonero garrapinos (Periparus ater)
© José Ángel Rodríguez
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)
José Ángel Rodríguez
Paloma torcaz (Columba palumbus)
© Agustín Orduña
Zorzal Charlo (Turdus viscivorus)
© José Ángel Rodríguez
Piquituerto común macho (Loxia curvirostra)
© Agustín Orduña
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)
© José Ángel Rodríguez
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)
© Agustín Orduña
Mito (Aegithalos caudatus)
© Agustín Orduña
Paloma torcaz (Columba palumbus)
© José Ángel Rodríguez
Foto 7. Escribano montesino (Emberiza cia)
© Agustín Orduña
Pinzón vulgar, macho (Fringilla coelebs)
© José Ángel Rodríguez
Foto 9. Pico picapinos, hembra (Dendrocopos major)