El hide los Arrendajos
Juan Cubero
Fotógrafo
Arrendajo (Garrulus glandarius) en actitud de alerta, con las plumas del píleo levantadas. Sin duda el visitante más asiduo y numeroso del abrevadero.
Fecha imagen: 10/10/06
Datos técnicos: ISO 400. Diafragma f:5,6. Velocidad 1/125
Son las cinco de la tarde. Agarro mi mochila, meto la cámara con el 80-400, el trípode y el flash, tarjetas de memoria y baterías de repuesto.
Después de 40 o 45 minutos, mitad en coche, mitad paseando, llego al lugar donde se ubica el hide. Tengo buenas vibraciones, pues aunque hay nubes altas, hace calor y apenas hay viento.
Al acercarme por el camino veo salir un arrendajo –parece que hay movimiento-. Me acerco al aguadero para comprobar el estado de los posaderos y sorprendo a un zorzal charlo que sale de dentro –bien-.
El posadero de la izquierda está muy bajo –voy a subirlo un poco-; el de la derecha lo ha quitado alguien y ha puesto uno de unas ramas finas con un jirón de lana junto a la playita –voy a dejarlo, que puede ir bien para los pajarillos, aunque voy a poner también el otro más alto para los arrendajos y por si se acerca un gavilán-
Mientras muevo los posaderos, una especie de pincelillo relampaguea por entre las piedras que bordean la charca –¿qué será eso?-. Investigo un poco y de pronto salta frente a mí un duendecillo enmascarado con su rabo desflecado –¡es un lirón careto!, ¡qué guapo!-
Tras los pequeños arreglos echo un poco de grano entre las piedras y me introduzco en el hide sin perder más tiempo –a ver si aprovecho bien la tarde y hay suerte-. Decido no colocar el flash: hay nubes altas y las sombras no son duras, y de paso a ver si recelan menos los visitantes.
No llevo 15 minutos en el hide cuando se acerca el primer visitante –es un carbonero común-. No me da tiempo a pillarlo en el posadero, pues salta rápido al suelo. Un disparo y se asusta.
Pasan los minutos y no se acerca nada. Se escuchan arrendajos cerca, y también pajarillos –serán pinzones-, pero ninguno entra. Se está levantando más viento y las nubes son más compactas –esto no me gusta: en los días de viento me han entrado pocos pájaros. Voy a subir el ISO a 400-
De pronto se posa un arrendajo en el posadero de la derecha. Un disparo y se marcha. Miro el resultado: -el fondo es bueno, pero le he cortado la cola-
Un par de minutos y se posa otro arrendajo, esta vez en el posadero de la izquierda. Disparo y ya está en el suelo –el posadero ha salido bien, pero se echa en falta un ave encima: hay que mejorar los reflejos-. Una foto en el suelo, sobre una piedra, y se marcha de nuevo –parece que con la nueva ubicación del hide el ruido del disparador es el principal problema, quizás más que el flash. Bueno, al menos los posaderos los han vuelto a tomar, pues después del cambio entraban todos los pájaros directamente al suelo-
Un minuto más tarde entra otro arrendajo. Disparo y no se marcha, así que le suelto una pequeña ráfaga. Acto seguido entra un pinzón, y luego otro. A estos no les molesta el ruido del obturador. Les hago fotos sobre una piedra y en la playita bebiendo agua, luego se marchan. Son las 18:47.
Pasan unos minutos sin movimiento –veremos a ver…-
Entra otro pinzón, y luego un escribano montesino. Éste no busca el agua, sino el alpiste que esparcí entre las piedras, que come con total tranquilidad –estos no tienen problemas: en otras sesiones siempre son los que más se acercan y menos les molestan los ruido y el flash-. Luego entra otro arrendajo, y otro, y otro. Luego un zorzal charlo, que se acerca cantando en cada piedra. Tiene sus más y sus menos con un arrendajo. Finalmente bebe agua y se marcha.
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs). Otro de los visitantes asiduos, tanto al agua como a la comida, y de los más confiados. A última hora suele entrar en pequeños grupos.
Fecha imagen: 10/10/06
Datos técnicos: ISO 400. Diafragma f:5,6. Velocidad 1/200
Zorzal charlo (Turdus viscivorus). Emitiendo su reclamo desde una piedra cercana al bebedero. A pesar de ser una especie cautelosa, siempre ha estado presente desde las primeras sesiones. Se acerca siempre en solitario.
Fecha imagen: 10/10/06
Datos técnicos: ISO 400. Diafragma f:5,6. Velocidad 1/200
De pronto los arrendajos de los alrededores se ponen a gritar –parecen gritos de alerta: ¿se acercará una rapaz?-. Rastreo el terreno pero no veo nada. Se posa un arrendajo en el posadero con las plumas de la cabeza erizadas y le descargo varias ráfagas.
De pronto la cámara deja de disparar y veo un letrerito que indica “Full” –caramba, he llenado un Giga-. Coloco otra tarjeta de memoria. El arrendajo ya se fue, pero entran carboneros, pinzones, más arrendajos,… A eso de las 19:15 la actividad en el bebedero es frenética. Cae otra tarjeta de memoria.
Paloma torcaz (Columba palumbus). La mayor de las palomas europeas. Frecuente en la Sierra de Baza. Muy recelosa y asustadiza.
Fecha imagen: 27/09/06
Datos técnicos: ISO 400. Diafragma f:5,6. Velocidad 1/125
Cinco minutos más tarde la luz se debilita, con lo que las velocidades son demasiado bajas. Subo la sensibilidad y apuro un poco más, pero ya no merece la pena disparar: las fotos saldrán movidas. Sin embargo siguen entrando pinzones, zorzales, escribanos,… así que me quedo por el mero placer de contemplarlos. Poco después de las 19:30 decido marcharme, aprovechando un momento de calma para que no me vean salir del hide. Coloco en la ventana el falso objetivo y recojo los bártulos.
Otra vez me anochece por el camino, pero ha merecido la pena, pues a pesar de no fotografiar ninguna especie nueva, ha sido una tarde de lo más entretenida y me voy con 2,5 Gb de fotos –digo yo que algo decente saldrá-.
Y me marcho dando un paseo camino abajo, por la vereda que me enseñó el amigo Luis, pensando cuándo será la próxima sesión en el hide de los arrendajos y de qué especies y momentos nuevos podré disfrutar; y agradeciendo de nuevo a los artífices de esta iniciativa los vividos en ésta y anteriores sesiones.
Pardillo común (Carduelis cannabina). Joven curioso oteando el bebedero a cierta distancia. Visitante ocasional del hide.
Fecha imagen: 27/09/06
Datos técnicos: ISO 400. Diafragma f: 5,6. Velocidad 1/125