Aldeas del Parque Natural Sierra de Baza
Los Rodeos
Imagen de una de sus calles
© José Ángel Rodríguez
Los Rodeos es una aldea de la Sierra de Baza perteneciente al término municipal de Baza, que se emplaza junto al arroyo Balax, en la parte oriental del Parque, a 1.450 metros de altitud.
Los Rodeos ha sido una de las más importantes y nobles aldeas de la Sierra de Baza, llegando a contar con una setenta viviendas ocupadas hacía los años treinta del pasado siglo, en que alcanzó su máximo apogeo, lo que suponía una población total para el conjunto de la aldea de unos 300 habitantes. A partir de esta fecha la población fue disminuyendo de forma que en los años cincuenta del pasado siglo tan solo quedaban habitadas unas 50 viviendas, siendo masiva la emigración producida hacia los años sesenta, aun cuando no llegó a despoblarse completamente nunca, siendo ahora su actual población de dos familias, que junto con una anciana, muy popular y querida en la Sierra de Baza, la Tía Bernarda López, que se resiste a abandonar este lugar, sus únicos y actuales habitantes, aun cuando la población estacional es notoriamente mayor, particularmente en los meses de verano, en el que la aldea recupera su tradicional vida.
Nos contaba José Cuadrado Prieto, un antiguo practicante de los Rodeos que vivió en esta aldea hasta el año 1954 y que en palabras de Adela Moreno Blánquez, la actual Presidenta de la Asociación de Vecinos de Los Rodeos, era una persona muy querida y respetada por toda la aldea, haciendo de médico, practicante, comadrón y en parte de autoridad que ponía orden en los cotidianos conflictos, al ser sumamente respetado por sus convecinos su imparcial parecer, como en Los Rodeos había una fragua y una herrería, a la que acudían caballerías de toda la Sierra, al considerarse la más importante de estos parajes; el último herrero que existió en esta aldea fue Juan Álvarez Díaz, que también era propietario del Molino de El Lanuo (ver LOS CORTIJILLOS http://www.sierradebaza.org/municipios_cortijillos.htm ). También había algunas industrias artesanas de carpintería y telares, con los que se hacían prendas muy estimadas en toda la Sierra y en los municipios de su entorno como mantas, jarapas, manteles para el pan y costales para la harina.
Los Rodeos han sido una aldea muy laboriosa, acogedora y hospitalaria, de modo que había mucha unión para el trabajo, así en octubre-noviembre de cada año, cuando había flojeado el trabajo, se hacían jornadas comunes en las que se arreglaban caminos, acequias y balsas; en el invierno, cuando nevaba, en los muchos días en que la climatología impedía efectuar las normales tareas laborales, se hacía soga, aparejos para los animales y útiles de madera para las normales tareas domésticas y agrícolas. Fruto de este trabajo solidario y en común de los vecinos de Los Rodeos, es el paraje conocido como el Tranco del Boquetillo http://www.sierradebaza.org/fot_rutas.htm magnifico salto de agua de unos 30 metros de altura de origen humano que fue construido hacia mediados del S. XIX, al desviarse el normal curso del agua del meandro que existe en el lugar por una roca que se perforó entre todos los vecinos de modo que se recuperó al río un terreno que pasó a ser comunal de toda la aldea, pasando a discurrir el río por el artificial cauce que se le abrió por la artificial cascada. Este buen ambiente y solidaridad entre todos los vecinos de la aldea y demás personas que acudían a este lugar en demanda de auxilio se mantuvo en los años posteriores, así cuando algún vecino o familia había sufrido alguna tragedia por temporales, epidemias o alguna otra calamidad, pronto era socorrido por el resto de los vecinos, que de forma espontánea se prestaban a prestarle su solidaridad.
Sus habitantes vivían, en una economía de casi auto subsistencia, vivían de lo que producían sus tierras: fundamentalmente lentejas, trigo de diferentes calidades, cebada para los animales y patatas, lo que se complementaba con una importante cabaña ganadera de ovejas y cabras, que pastaban en toda la zona.
Los Rodeos tenía su propia escuela pública, que además atendía la vecina aldea de Los Cortijillos. Esta escuela estaba situada en la que ahora es conocida como casa de El Merguillero y era el auténtico centro social y espiritual de la aldea, así era muy celebres las Cruces de Mayo, con la peculiaridad de que duraban todo el mes de mayo, para lo que se arreglaban la escuela en torno a la imagen de la Virgen María (el 15 de agosto se celebraban también sus fiestas patronales), utilizando un curioso ritual: se adornaba el lugar con una sábana en el techo y otra detrás de la imagen, en la que cada vecino colocaba sus estampas religiosas, muchas flores y los mejores mantones, macetas y adornos que cada uno tenía.
Igualmente muy nombrados y celebres eran los Carnavales de Los Rodeos, en los que se organizaban bailes en las casas de la aldea. Tras la posguerra y por una prohibición de la Dictadura no se podían tapar las caras los participantes, aun cuando se intentaba burlar la prohibición, como reto al poder establecido y muestra de valentía por el autor.
Actualmente y con la encomiable labor de la Asociación de Vecinos de Los Rodeos (se puede contactar con ellos en el domicilio de C/ La Encina nº 2 de BAZA), de la que es su actual presidenta Adela Moreno Blánquez, nacida en esta aldea en 1952, se está intentando recuperar la vida de la aldea y sus tradicionales y clásicas actividades solidarias entre los vecinos. Una muestra de ello son las jornada de arreglo y limpieza del cementerio de El Moro que organizan todos los años.
- SITUACIÓN ACTUAL DE LA CORTIJADA: parcialmente habitada.
- COMO IR A LOS RODEOS: A la altura del Km. 13,200 de la A-334 se toma la pista forestal que conduce a Benacebada. A mitad del camino parte, de su margen izquierda, un camino con el indicador de LOS RODEOS, que nos lleva a la aldea.
- QUE ES LO QUE NO TE PUEDES PERDER: El Tranco del Boquetillo, emplazado un centenar de metros aguas abajo de la aldea de Los Rodeos, es un espectáculo muy placentero; otro lugar muy interesante es el Barranco de El Aznachar, situado frente a la aldea, en la margen izquierda del arroyo Balax, un paraje en el que se ha formado un magnifico encinar, como evolución serial del aznachar (Adenocarpus decorticans) en clara alusión a su nombre toponímico, al encinar.