El Pino Salvaje
Episodio 05: Cerro del Sabinar (2.000 mts.)
Parque Natural Sierra de Baza
Un proyecto de © Miguel José Ávalos
BANDERA ESTIVAL:
© Miguel José Ávalos
Sol veraniego, desde La Fonfría.
¡Me he adentrado tantas veces en los Prados del Mayoral! ¡Y nunca me cansaré de hacerlo! ¡Me abruman tanto los individuos que viven allí! ¡Me causan tanto respeto!
La iconicidad del majestuoso pino silvestre nevadensis como especie y subespecie arbórea está en este paraje. En cada visita salgo de allí dándole vueltas al qué hacer con ellos y mi cámara. Y por ahora no lo sé aunque me doy por satisfecho con respirar en este rincón emblemático de nuestra sierra. Ver caer la noche allí es encontrar la plena relajación. Si nos situamos en el centro de esta pequeña pradera redonda, orientándonos hacia el norte encontraremos el Cerro del Sabinar.
Atardecer de julio de 2020, Sierra de Baza.
En este extraño verano, tanto en esta localización como en La Fonfría están cayendo unos atardeceres mágicos. Y fue en uno de estos paseos vespertinos cuando, rastreando esta zona del Sabinar en búsqueda de pinos singulares, di con un ser extraordinario. Me topé con un auténtico superviviente. Este árbol que os traigo, callado, escondido y solitario, me parece tan monumental que en esta colaboración mensual me centraré sólo en él, fotográficamente hablando.
Lo merece
Reflejo surrealista. La Vía Láctea a modo de arco destaca a mi protagonista que queda en el centro. Baza y su contaminación lumínica andan a la izquierda.
A mi protagonista podéis encontrarlo localizando el puesto de caza de piedra que domina este cerro. En los pies del barranco y girando levemente vuestro cuello hacia abajo y hacia la derecha lo veréis instalado. Vive literalmente en la roca. Si lo visitáis y lo observáis con detalle os costará distinguir su tronco de las piedras donde se incrustan sus raíces. Este individuo se volvió camaleónico en colorido y en ductilidad de cintura para abajo. Sólo su parte superior verde nos hace ver que estamos ante un precioso árbol.
LA CABRA SIEMPRE TIRA AL MONTE:
Una de mis paradas obligatorias para registrar cabra montés. Más abajo encontraréis precisamente la toma conseguida en esta pausa en el camino.
En mis idas y venidas sierra arriba y sierra bajo no paro de reflexionar y de hacerme preguntas. En la zona de Granada Nororiental estamos en un momento trascendental. Anda definiéndose el futuro de nuestra tierra con una contradicción más que evidente. Se anuncia a bombo y platillo un geoparque sin identidad local en su nombre, despojado de sus nombres y apellidos, y lo peor de todo, de la mano de unas mentirosas, masivas y mal situadas renovables. A esto hay que sumarle unas macro explotaciones agrícolas y ganaderas intensivas que ya esquilman lo que hasta la fecha ha sido un territorio moldeado por el paso de culturas milenarias cada vez menos sostenibles hasta llegar a nuestras últimas eras moderna y, especialmente, contemporánea. Estos impactos medioambientales insostenibles acabarán mutilando nuestro bien más preciado, un patrimonio natural único.
Joven y divertido ejemplar de cabra montés.
En abril de 2018, hace ya más de dos años, se iniciaron las obras interminables que os vengo comentando en casi toda colaboración que os traigo: el faraónico proyecto de recuperar el pasado minero de la Sierra de Baza. Hace ya más de 800 días tuvimos al actual alcalde de Baza y a cargos importantes de la Junta de Andalucía celebrando el millón de euros destinado a levantar, de esta forma tan extraña, lo que ellos llaman “ecoturismo”.
Al alcalde ya no se le espera con el casco de obrero por la zona de Santa Bárbara para hacerse fotos, ni tiene ninguna prisa en que se acaben estas obras, todo esto a pesar de que están en su término municipal y para colmo dentro de un Parque Natural que lleva el nombre de Baza. Le importa ya bien poco y no tiene ninguna prisa porque la Junta cambió de signo político y los que criticaron este despilfarro hoy lo continúan a ritmo de tortuga. Y os preguntaréis, ¿qué tiene que ver todo esto con los pinos? Pues mucho.
Tenemos a unos dirigentes que no conocen ni cuál es el legado patrimonial del que disponen las tierras que ponemos cada cuatro años a su cargo. La Sierra de Baza (que por cierto debería estar incluida dentro del Geoparque de sesgado nombre por la cantidad de recursos geológicos que atesora de altísima importancia y que inexplicablemente anda fuera de dicho proyecto) sólo es de interés para ser usada en obras y chapuzas que dejen buenas sumas de dinero a unos pocos.
Y es que los que andan en cargos con poder y responsabilidad deberían saber que nuestro mayor legado en la Sierra de Baza son los pinos silvestres nevadensis. No la minería. Y esto no lo digo yo, lo dicen muchísimos expertos en la materia. Y a estos pinos, a su conservación, no destinan ni un sólo euro.
Recomiendo la lectura del interesantísimo artículo de 2011 de José Antonio Olmedo Cobo, Profesor de Geografía Física de la UGR, titulado “Bosques relictos de Pinus sylvestris nevadensis en la Sierra de Baza (Provincia de Granada, España): análisis y cartografía del estado actual de la vegetación”.
Dos de sus conclusiones son las siguientes:
- “Por último, hay que señalar que el proceso de acantonamiento de estos bosques en las cotas más elevadas de la Sierra de Baza por cuestiones naturales –climáticas– se ha visto acelerado y reforzado sin duda alguna por el ser humano.”
A lo que yo añado que, si esto es así, si el ser humano aceleró el acantonamiento, las obras en Santa Bárbara para recuperar el legado minero están acelerando la desaparición de estos rodales de bosques únicos en el mundo. Porque retro excavadoras, hormigoneras y furgonetas no generan ningún beneficio en un Parque Natural, ni los movimientos continuos de tierras cercanas para “ordenar” un paisaje, como dicen los cargos políticos sin preparación alguna, únicos artífices de esta actuación carente de sentido. Debería recuperarse cierto valor etnológico minero de la sierra pero de una forma más austera, por supuesto con una actuación más limpia, ecológica y sostenible y emplear tantísimo dinero en lo importante, en cuidar la naturaleza.
- “Asimismo, el retroceso del bosque también obedeció a su aprovechamiento para la obtención de madera con la que abastecer a los pueblos cercanos o de su uso como combustible en la minería desarrollada en los calares en los siglos XIX y XX.”
Y atendiendo a esta última conclusión, me parece muy grave que permitamos la dilatación eterna de unas obras en un Parque Natural y que sigamos callados e impasibles. Y lo peor de todo, como concepto de “ecoturismo” me parece propio de razonamientos cortos el realizar un homenaje a la minería en Santa Bárbara a sabiendas de que nuestros pinos de mayor valor sirvieron de hogueras para levantar estas explotaciones. En resumidas cuentas, todo esto me parece un insulto a la inteligencia, se están levantando monumentos al holocausto del pino silvestre nevadensis.
Mapa elaborado por el profesor Olmedo Cobo. En él se pueden apreciar los pocos lugares que quedan donde aún subsiste el pino albar de mayor valor de la Sierra de Baza.
Todo esto porque cuatro iluminados nos traten de vender que es por el bien de la economía de la zona. Cuando de antemano sabemos que la rentabilidad de estas obras en puestos de trabajo y creación de riqueza y empleo será prácticamente nula. Yo, desde aquí, advierto que manteniendo silencio estamos colaborando en la desaparición de estos árboles tan singulares y de altísimo valor. Y lo advierto habiendo perdido prácticamente toda la esperanza de que reaccionemos a tiempo. Ojalá me equivoque.
Porque, ¿qué tiene más valor en la Sierra de Baza, la industria minera que estuvo funcionando como mucho unos cientos de años o unos pinos milenarios que se instalaron en las últimas glaciaciones?
Juzguen ustedes mismos el por qué de estas obras y a quiénes benefician.
EMOCIONES DE UN FOTÓGRAFO DE NATURALEZA:
<< Toda la noche amotina
las olas y el viento en cólera
y los pinos chorrean húmeda luz de luna. >>
Matsuo Basó
En fin, volveré a tratar de poner en valor un simple pino, en este caso ni siquiera siendo silvestre nevadensis y sí laricio. Porque creo en el legado del bosque para generaciones futuras. Porque es responsabilidad nuestra luchar por su conservación. Y lo que os traigo de este árbol del que os hablaba en el principio de mi artículo no es lo que quiero. Lo que os traigo es una idea, una proyección. Al instante de verlo pensé en fotografiarlo con frío, a ser posible con nieve. E imaginé el itinerario a seguir. Con un buen temporal de invierno, subir en mi vehículo hasta donde la seguridad de las pistas forestales me lo permita. Cargar el equipo a cuestas y andar... andar y andar sobre nieve nueva... y en ese lento andar llegar al Collado del Toro y hacer un pequeño descanso. Y sentir la cercanía de mi presa al otro lado del barranco.
Mi protagonista de cara al este.
Y dejando a un lado Santa Bárbara, virar y proseguir por Prados del Rey, Pozo de la Nieve y Prados del Mayoral. Me imagino calculando bien el tiempo para caer en ese punto a la hora de atardecer y disfrutar de la llegada del ocaso. Con estas torpes fotos veraniegas ya le tengo cogida la medida a algunos posibles encuadres. Aspecto éste importantísimo, ya que con el frío tendré que ser efectivo. Tener algunos recursos de partida y haber tenido un primer acercamiento fotográfico con él me dará cierta seguridad para aprovechar mejor y al máximo los pocos momentos que seguramente me permitirá una climatología espero que extrema.
Mi protagonista de cara al oeste.
<<Cuando nieva, con qué delicadeza el cielo coge el gran vaivén del mundo y lo pone dentro de una burbuja silenciosa. Quiero a la nieve. Amo sobre todo la que llega cuando menos la esperas. Me siento como dentro de un secreto>>.
Fabrizio Caramagna
Sé que es verano, pero por si acaso, yo ya invoco la llegada de temporales a las cotas más altas de nuestra sierra. Así me siento, como agarrándome a un clavo ardiendo.
Miguel José Ávalos
Fotógrafo del Reino de Granada
https://www.migueljoseavalos.com