El Pino Salvaje
Episodio 10: Un paseo introspectivo
Parque Natural Sierra de Baza
Un proyecto de © Miguel José Ávalos
BANDERA ATEMPORAL:
Más o menos, de forma seria, todo comenzó un 10 de septiembre de 2019. Y mi expedición más reciente se desarrolló el pasado 23 de diciembre de 2020. En poco más de un año mis botas anduvieron 179 km. Mis viajes en 4x4 sumaron más de 5250 kms. En total fueron 50 pequeños pasos en forma de expediciones que en su conjunto crearon un paseo introspectivo. Y estoy hablando sólo de las sendas recorridas en búsqueda de estos titanes de la montaña que dieron título a mis artículos.
Podría afirmar sin riesgo a equivocarme que he sido una de las personas que más tiempo ha pasado en el Parque Natural de la Sierra de Baza durante el pasado año. No me equivocaría diciendo que fui el ser humano que vio caer más veces el sol a más de 2000 metros, el más trasnochador de esta zona a unas altitudes en las que casi te crees capacitado de tocar los mantos de estrellas. ¡Que sensaciones de libertad nos regalan las cimas nevadensis, que emociones tan verdaderas llueven en estas altas cotas reinadas por los genuinos pinos bandera!
Y no sólo fueron kms. andados, fueron algunos desniveles positivos y negativos. Y no sólo fueron números en mi cuentakilómetros, fueron algunos momentos complicados al volante. Y no sólo fueron anotaciones de rutas en un cuaderno de campo, fueron vivencias en soledad acompañado de fuertes sentimientos. Y por supuesto, no sólo fueron buenos los días soleados, fueron auténticos los momentos verdaderamente gélidos.
Aprendizaje. Experiencia.
Disparo esta última bala mental como os venía anunciando en episodios anteriores. Pulso el botón de “pause” a estas colaboraciones que tuvieron como propósito la persecución de unos pinos salvajes. Seguiré tras ellos pero sin traer mis aventuras a esta ventana que me prestaron nada más pedirla. Este proyecto no está terminado, es de esos que no se pueden cerrar. Porque no tiene fin. Siempre permanecerá en mí acudir a estos árboles solitarios que tanto me aportan.
Pero no quiero aburriros, ni repetirme; necesito otros enfoques, otros espacios, otras historias que narraros. De todo corazón, a ti amigo de la naturaleza, te agradezco la lectura de mis colaboraciones en esta útil revista que edita Proyecto Sierra de Baza. Y ahora, con el estreno de una nueva bandera invernal, dejando atrás a la cabra que siempre tiró al monte y al ciervo herido que la flecha le dio alas, concluyo...
EMOCIONES DE UN FOTÓGRAFO DE NATURALEZA:
[Para ampliar pulsar sobre la imagen]
Yo ya no soy el que era. Tras este paseo anual, sin duda, he cambiado. Han sido tantas mis humildes victorias en minúsculas batallas que estos 365 días no se me fueron volando como en otras ocasiones. Este año he vivido de otra manera, o mejor dicho, a mi manera. Y puedo aseguraros que la naturaleza fue mi fiel compañera. Sin duda, me ha empoderado. Cuando uno decide mirar hacia la introspección, la observación de la vida salvaje en este extraño planeta es el mejor espejo al que mirarse, compararse y medirse. Pequeños mundos naturales y puros que aún subsisten... acudid a ellos; conservadlos; y amadlos. En agradecimiento os traerán regalos únicos e indescriptibles. Puedo dar fe de ello. La fotografía que os traigo nació bajo uno de los momentos más fríos que pude sentir; y a su vez forma parte de la colección de momentos más genuinos de mi vida. En el Calar de Santa Bárbara empecé este viaje y en la cima más alta de mi montaña lo acabo.
Inhóspito.
Indómito.
Infinito.
Miguel José Ávalos
Fotógrafo del Reino de Granada
www.migueljoseavalos.com