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Edición Mensual - Año XXVI | Nº 304 - Octubre 2024

SECCIONES

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Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XXXVIII)

Vegetación gipsícola ibérica (Gypsophiletalia)*


Código de la Unión Europea: 1520

Por José Ángel Rodríguez


© José Ángel Rodríguez
Hábitat característico de vegetación gipsícola en los terrenos de la Hoya de Baza (Granada).

PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/08/2024

Se caracteriza este Hábitat de Interés Comunitario (Código de la Unión Europea 1520) el que cuenta con el asterisco (*) identificativo de tratarse de un HIC preferente, por la presencia de formaciones arbustivas generalmente de escasa cobertura, caracterizadas florísticamente por la dominancia de plantas capaces de crecer sobre yesos en condiciones de cierta aridez (gipsófitos), que se establecen sobre yesos, que pueden ir desde yesos casi puros (con contenidos superiores al 75%) hasta margas yesíferas y otros sustratos mixtos menos abundantes en yeso. 

Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz

Mapa de distribución de este HIC a nivel comunitario andaluz, en el que destaca el enclave de la Hoya de Baza en la provincia de Granada.

Siguiendo la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), a nivel de la comunidad autónoma andaluza, se concentra fundamentalmente en el sector oriental de la región: Karst en Yesos de Sorbas, Hoya de Baza, Hoya de Huéscar, Topares, Sierra del Oso, Comarca de Venta de los yesos, Yesón Alto, Desierto de Tabernas, el Cigarrón, Gérgal, Cabo de Gata-Níjar y sur de Sierra Alhamilla.

En la Sierra de Baza no está presente este HIC, pero sí de una forma muy abundante y amplia en los terrenos esteparios circundantes de la Hoya de Baza en la provincia de Granada. Siguiendo la publicación “Altiplano estepario. Ambiente semiárido del sureste ibérico” (Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, 2010. Dirección Miguel Simón Mata, pág. 334), este HIC ocupa unas 9.000 hectáreas del sureste de Jaén y Hoya de Baza

Principales características de este hábitat de interés comunitario


© José Ángel Rodríguez
Helianthemum syriacum en espectacular floración primaveral, creciendo en los terrenos yipsícolas de la Hoya de Baza.

La presencia de yeso en el suelo y las condiciones de cierta aridez y sequía estival son los factores abióticos más influyentes, determinando la formación de costras físicas superficiales muy duras, que sólo los gipsófitos pueden sobrepasar. Esta costra biológica, que es primeramente colonizada por los musgos y líquenes, es considerada el factor biótico más relevante para la supervivencia de estos ecosistemas, siendo su papel esencial en la dinámica y funcionamiento del hábitat, al controlar los flujos de nutrientes y de agua, proteger el suelo frente a la erosión, influyendo de una forma muy importante en el reclutamiento de plantas.

La vegetación asentada sobre suelos ricos en yesos posee una extremada rareza y originalidad, perteneciendo a un orden fitosociológico de carácter endémico (Gypsophiletalia) que integra todas las formaciones gipsícolas peninsulares, caracterizándose por la presencia de los géneros Thymus, Helianthemum. Teucrinum, Centaurea, Jurinea, Santolina y Frankenia (Simón Mata, M. dirección).

Como destaca Adrián Escudero Alcántara en la ficha técnica publicada sobre este HIC, formando parte de la publicación “Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España”, promovida por la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino), se trata de un tipo de hábitat genuinamente ibérico, de manera que pese a que los afloramientos de yesos están presentes en buena parte de la Unión Europea, sin embargo, la combinación de un sustrato muy específico y condiciones de baja pluviosidad sólo se reúnen en la mitad oriental de la Península Ibérica, “en el norte de África aparecen comunidades de gipsófitos similares, desde el punto de vista estructural y de funcionamiento ecosistémico, pero que no pueden adscribirse a Gypsophiletalia porque algunos de los elementos más característicos desde el punto de vista sintaxonómico no aparecen allí. Algo semejante se puede decir de algunas formaciones del Próximo Oriente y de Turquía”.

Por lo que estamos ante un HIC muy raro, singular y restringido a nivel mundial a la mitad oriental de la Península Ibérica, donde se distinguen cuatro grandes zonas: Meseta, Levante, Ebro y Sureste (Garrido et al., 2004). “De ellos el correspondiente al sureste ibérico, es el más importante en cuanto a la diversidad de especies”. Siendo la principal singularidad florística de estos medios se debe a la presencia de gran número de especies pertenecientes a los elementos florísticos mediterráneo irano-turaniano y mediterráneo sáharo-sindico, hasta el punto de que en las estepas de la Hoya de Baza el 30% de las especies vegetales inventariadas son exclusivas de zonas áridas (Sánchez et al., 1998).

Fauna característica de este HIC


© José Ángel Rodríguez
Conejo en una zona gipsícola de la Hoya de Baza descansando junto a la planta del Limonium majus, un endemismo local, incluido en el Libro Rojo de la Flora Vascular de España.

La fauna propia de este HIC aparece condicionada por el medio de una forma muy importante, siendo dentro de los vertebrados el grupo de las llamadas aves esteparias, las más representativas con especies que gozan de una especial protección por su grado de amenaza como son la Carraca (Coracias garrulus), Sisón (Tetrax tetrax), Gargas Ortegas (Pterocles orientalis) o Terreras Marismeñas (Alaudala rufescens), aunque también sobrevuelan la zona y tienen su área de caza y campeo algunos Falconiformes y aves rapaces como el Águila real (Aquila chrysaetos), el Aguilucho cenizo (Circus pygargus), Aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), el Águila calzada (Hieraaetus pennatus), el Buitre leonado (Gyps fulvus), el  Busardo ratonero (Buteo buteo), el Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el Águila Culebrera Europea (Circaetus gallicus), el Mochuelo europeo (Athene noctua) o el Esmerejón  (Falco columbarius), un visitante invernal que frecuenta la zona, procedente de las estepas siberianas. También está presente aquí el Búho real (Bubo bubo), que anida y se refugia en los cortados arcillosos de las ramblas del entorno, utilizando como territorio de caza un amplia área de campeo de la zona.

El Conejo común (Oryctolagus cuniculus), una especie clave en la cadena trófica, está muy bien representado en estos parajes, aun cuando es el grupo de los invertebrados el de mayor interés, hasta el punto de que en el Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía, editado por la Consejería de Medio Ambiente (Sevilla, 2008), se destaca a la Hoya de Baza, en general, como “uno de los puntos más importantes de Andalucía para los invertebrados” (Tomo III pág. 103), destacando como en este territorio podemos encontrar la presencia de especies endémicas de extraordinario interés debido a su estrecha asociación con estos exclusivos ecosistemas como los lepidópteros Euchloe bazae, Caradrina (Eremodrina) distigma, Coscinia romeii y Heterogynis andalusica; además de los coleópteros Longitarsus tunetanus, Scarabaeus puncticollis o Meloe (Eurymeloe) nanus o el ortóptero Sphingonotus octofasciatus, por destacar algunos ejemplos más representativos que se citan en la publicación citada (pág. 146) y que están presentes aquí. Los arácnidos también están muy bien representados en esta comunidad con algunas especies muy estudiadas por la comunidad científica, por su interés, como la llamada viuda negra (Latrodectus lilianae) o la llamada araña moteada saltadora (Eresus cinnaberinus).

Una especial consideración debe de merecer el lepidóptero Euchloe bazae dada su catalogación “En Peligro de Extinción” por Orden de 8 de abril de 2019 del Ministerio para la Transición Ecológica, publicada en el Boletín Oficial del Estado de 5 de julio de 2019, encontrándose la llamada Mariposa Baza (Euchloe bazae) en la categoría de “En Peligro de Extinción” e incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Según el Dictamen del Comité Científico donde se propone la inclusión de esta especie en la categoría “En Peligro de Extinción”, la subespecie Euchloe bazae bazae se localiza en la provincia de Granada, a lo largo de varios puntos de la Hoya de Baza, en los TT.MM. de Cúllar, Galera, Benamaurel y sobre todo en Baza.

Valores de este HIC y consejos de gestión


© José Ángel Rodríguez
Vegetación gipsícola en el entorno de Caniles.

Aun cuando resulta evidente la importancia ecológica de este HIC, y su singularidad en el contexto mundial de modo general, estamos ante un ecosistema y paisaje muy poco valorado, que se encuentra sometido a graves riesgos unos naturales, como la erosión y la desertificación, y otros antrópicos, debidos a la actuación humana, como es los derivados de las roturaciones para destinar estos terrenos a agricultura de uso intensivo, o a repoblaciones forestales, lo que está reduciendo el área natural de este HIC. 
 
La intensa dinámica erosiva en regiones semiáridas, en las que estos tipos de hábitat son componentes mayoritarios, supone un riesgo claro de desertificación (Navas & Machín, 1997). Por ello se hace necesario establecer un seguimiento y control de la pérdida de material en suspensión y solución, por la necesidad de conservar el sustrato sobre el que se asienta la vegetación gipsícola, la que se encuentra en estos tipos de hábitat en un frágil equilibrio con el medio natural.

En la ficha técnica que sobre HIC se publica en las “Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España”, se destaca como “el estado de conservación global es preocupante”, siendo la degradación asociada a la reforestación y a las malas prácticas agrícolas, junto con las derivadas de la minería (Mota et al, 1993) un enorme problema, al que se debe de poner coto, para lo que es prioritaria la puesta en valor de estas zonas, para lo que pasa por la recuperación de los aprovechamientos tradicionales y, sobre todo, por la puesta en valor de su valor paisajístico y biológico, debiendo de tenerse especialmente presente que “son paisajes excepcionales, especialmente en el contexto europeo” (Escudero Alcántara, A., 2009).


© José Ángel Rodríguez
Jopo amarillo (Cistanche phelypaea) rompiendo el suelo para aflorar entre los yesos.