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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

SECCIONES

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Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XVII)

Pendientes rocosas silíceas con vegetación pionera del Sedo-Scleranthion o del Sedo albi-Veronicion dillenii 


Código de la Unión Europea: 8230

Por José Ángel Rodríguez

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© José Ángel Rodríguez
Rosetas de la siempreviva de Sierra Nevada, junto con musgos y líquenes, colonizan un roquedo acidófilo del Parque Natural Sierra de Baza, apreciándose a su pie la presencia de la digital o dedalera de Sierra Nevada (Digitalis purpurea nevadensis), un bonito endemismo granadino-almeriense de floración estival. 

PROYECTO  SIERRA DE BAZA
01/09/2022 

Si en la Revista Digital Sierra de Baza de agosto-2022 nos ocupábamos de las “Pendiente rocosas silíceas con vegetación casmofítica”, a cuyo contenido puede accederse pulsando AQUÍ, este mes nos ocupábamos de otro Hábitat de Interés Comunitario (HIC) que también se encuentra íntimamente relacionado con el sustrato  o tipo de roca que le sirve de soporte a la vegetación que en ellas enraíza y sobrevive también en rocas silíceas, o de naturaleza similar, de estructura horizontal o de escasa pendiente, con comunidades o especies vegetales típicas. Al efecto destacar, como ya hemos tenido ocasión de comentar, que las rocas silíceas, son aquéllas que están compuestas por minerales ácidos. Entre ellas destacan por su importancia en la Península, los granitos y granitoides, las cuarcitas, las areniscas, pizarras y esquistos, siendo dominantes en el concreto caso del Parque Natural Sierra de Baza las rocas de esquistos. 

El HIC del que nos ocupamos este mes, abarca desde grandes roquedos a fragmentos de roca de muy diverso tamaño (bloques rocosos de grandes dimensiones, depósitos de piedras fijas y acúmulos más o menos móviles e inestables), pasando por taludes terrosos y terroso-pedregosos, y grietas anchas terrosas entre bloques de rocas silicícolas, con comunidades vegetales pioneras dominadas sobre todo por plantas crasas, anuales o perennes, e incluye toda la superficie de suelo incipiente con independencia de que la vegetación característica (formaciones de crasuláceas) ocupe solo parte de ella. Con frecuencia, estas comunidades vegetales se muestran como formaciones monoespecíficas constituidas por alguna especie de crasulácea, que suelen adquirir llamativas tonalidades rosáceas o rojizas que contrastan con los tonos grisáceos de la roca.

Sobre estos biotopos se desarrollan suelos incipientes (esqueléticos), generados por la meteorización de la roca madre, con escasa capacidad para retener el agua, por lo que someten a las plantas a un elevado estrés hídrico.

Las especies de plantas características de este peculiar HIC, disponen de adaptaciones para sobrevivir en estas condiciones, como son la capacidad de mantener sus estomas cerrados por el día o la de acumular agua en los tejidos de sus hojas.

Como característica principal de esta vegetación en el concreto caso de la Sierra de Baza, destacar como suelen ser comunidades de cobertura variable y escasa talla, constituidas por plantas crasas con capacidad pionera, para crecer directamente sobre la roca madre, facilitando su desarrollo la acumulación de materia orgánica y partículas minerales que contribuyen a la formación de un sustrato incipiente sobre el que pueden instalarse, posteriormente, otras comunidades vegetales más evolucionadas. 

Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz 

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Mapa de distribución de este HIC a nivel comunitario andaluz. 

Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), este HIC se localiza principalmente en la zona silícea de las áreas paleozoicas de Sierra Morena y, en menor medida, en los sustratos silíceos de áreas como Sierra Nevada y Sierra de Filabres, Sierra de Baza o la Axarquía Alta. En el resto del territorio aparece en áreas puntuales y de pequeña extensión.

En el concreto caso de la Sierra de Baza está muy bien representado en toda la zona acidófila del complejo Nevado-Filábride, en la parte oriental del Parque Natural Sierra de Baza, en su confluencia con la Sierra de Los Filabres, compartiendo territorio con el HIC 8220 (Pendientes rocosas silíceas con vegetación casmofítica), del que nos hemos ocupado en la Revista Digital SIERRA DE BAZA de agosto-2022. 

Principales características de este hábitat de interés comunitario 

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© José Ángel Rodríguez
Rocas silíceas colonizada, en los huecos por la vegetación pionera de Sedo albi, en el Peñón de la Lechera. Parque Natural Sierra de Baza. 

Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” que venimos comentando, estos roquedos suelen aparecer colonizados  por  plantas muy resistentes a la sequía, de aspecto craso o suculento. También se adaptan a episodios de encharcamiento, muy comunes en los sustratos que ocupan (horizontales impermeables y con mal drenaje), dominando distintas especies de crasuláceas, en su mayoría terófitos y nanocaméfitos de los géneros Sedum y Sempervivum, algunas de gran interés biogeográfico, como ocurre con la especie Sempervivum minutun popularmente conocida como siempreviva de Sierra Nevada, al localizarse en este macizo montañoso, pero también de la Sierra de Baza y de la Sierra de Los Filabres, una planta de gran vitalidad (de ahí su nombre de siempreviva, capaz de resistir tanto las temperaturas muy bajas como las sequías prolongadas) y también de gran belleza cuando está en floración estival, como reflejan la imagen que reproducimos a continuación: ​  

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© José Ángel Rodríguez
Floración estival de la Sempevivum minutun, arraigando en una roca silicícola, colonizada por los musgos y líquenes en la Sierra de Baza. 

Fauna presente en este HIC

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© José Ángel Rodríguez
Lagartija ibérica (Podarcis hispanicus).
Imagen tomada en unas rocas silicícolas de la Cañada del Gitano. 

Estos medios carecen de fauna específica, como no sea la propia de los medios rupestres en general, siendo diversa y más o menos parecida a la citada en los roquedos calcáreos (8210) y acidófilos con vegetación casmofítica (8220), y al igual que indicábamos en las dos precedentes fichas, destacan las aves, aunque la mayor riqueza la encontramos en los reptiles, particularmente lagartijas, las que se mueven por estos paredones en termorregulación corporal, siendo la más frecuente en esta zona la lagartija ibérica (Podarcis hispanicus). 

Un importante valor ecológico y botánico 

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© José Ángel Rodríguez
Rocas silíceas colonizadas por la vegetación pionera de la siempreviva de Sierra de Nevada (Sempervivum minutun), en su hábitat natural de la Sierra de Baza.
Fotografía tomada en las proximidades del nacimiento del Arroyo Balax. 

Estos roquedos tienen un valor ecológico y botánico muy relevante, al albergar taxones biogeográficamente muy interesantes, algunos de origen evolutivo relativamente reciente, como ciertas especies de los géneros Sempervivum y Sedum (Manual de Hábitats de Interés Comunitario de España. MITECO). Además de que por la limitada capacidad de retención de agua de estas rocas y suelos, suelen ser colonizados por plantas pioneras, resistentes a la sequía, forma crasa (acumulan agua en sus hojas) o de pequeño porte (anuales y efímeras), que van dan paso a otras formaciones más evolucionadas, por lo que la importancia ecológica de este HIC es notable y un valor a preservar dentro de nuestra biodiversidad.

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© José Ángel Rodríguez
Suelo de rocas silicícolas colonizado por musgos, líquenes y las rosetas basales de la Sempervivum minutun.