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Edición Mensual - Año XXVI | Nº 303 - Septiembre 2024

SECCIONES

imagen de decoración

Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XXXVII)

Majadales de Poa bulbosa (Poetea bulbosae)*


Código de la Unión Europea: 6220_2

Por José Ángel Rodríguez


© José Ángel Rodríguez
Hábitat característico de un majadal en la Sierra de Baza en el entorno del Encinar de La Carrasquilla.

PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/07/2024

Se caracteriza este Hábitat de Interés Comunitario (Código de la Unión Europea 6220_2) el que cuenta con el asterisco (*) identificativo de tratarse de un HIC preferente por la presencia de pastos de pequeño porte (inferior a 5-10 cms) y elevada cobertura, que en ocasiones puede alcanzar el cien por cien del suelo, presididos por la gramínea Poa bulbosa y otros hemicriptófitos, terófitos y geófitos, que crecen en áreas pastoreadas de un modo intensivo, principalmente por ovejas y también cabras, sobre suelos con cierta humedad de diversa naturaleza litológica, frecuentemente profundos, los que se originan y mantienen gracias al ganado. 

Estas formaciones suelen establecen sobre suelos más o menos profundos, originados a partir de materiales silíceos, pero también calcáreos o neutro-básicos, en territorios termo, meso o supramediterráneos con ombroclimas que van desde el semiárido hasta el subhúmedo, tratándose siempre de tierras con buenas condiciones pastoriles (gran calidad, rebrote temprano y agostamiento tardío). A partir de cierta altitud, normalmente suele aparecer asociado al HIC 6170 (pastos de alta montaña caliza), sobre los que puede ampliarse información pulsando AQUÍ. 


Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz


Mapa de distribución de este HIC a nivel comunitario andaluz.

Siguiendo la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), a nivel de la comunidad autónoma andaluza, ampliamente distribuido por todo el territorio, se puede encontrar en buena parte del territorio, pero especialmente en Sierra Morena.

En el concreto caso de la Sierra de Baza, un macizo montañoso donde el aprovechamiento ganadero ha sido intenso, estos pastizales vivaces están muy bien representados a lo largo de todo el territorio, particularmente en cotas medas y bajas, siempre que se trate de suelos con cierta capa de suelo disponible y cuente con cierta humedal, por lo que siguiendo a OLMEDO COBO JA (“Biogeografía y Vegetación de la Sierra de Baza”, Granada, 2019), es de destacar como se desarrollan en mayor medida en orientaciones norte, apareciendo muy frecuentemente mezclados con otras formaciones nitrófilas en zonas de cultivos abandonados o de barbecho, así como en terrenos pastoreados por el ganado doméstico y también los ciervos, para los que estos majadales son una parte importante de su dieta.

Principales características de este hábitat de interés comunitario


© José Ángel Rodríguez
Majadal en la zona de La Fábrica de Pardo.

Este hábitat está presidido por hemicriptófitos, terófitos y geófitos y su diversidad florística puede verse incrementada por la existencia de microambientes (áreas con cortos periodos de encharcamiento, suelos compactados por pisoteo, suelos pedregosos, vegas con suelos profundos algo xéricos y ricos en materia orgánica, etc.).

Asimismo, su composición específica está muy influida por el manejo (pastizales con aprovechamiento excesivo o inadecuado, pastos relativamente recientes o en abandono, cañadas, etc.) y están ligados a un uso tradicional y sostenible del territorio. Se originan a partir de pastos terofíticos silicícolas o basófilos (etapas de sustitución de bosques climácicos degradadas) pastoreados por ganado menor.

La cohorte florística que acompaña a estos majadales es muy diversa, en función principalmente del tipo de sustrato sobre el que se desarrolla (neutro-basófilos de suelos arcillosos o suelos silíceos). En el concreto caso de la Sierra de Baza, destacando varias especies del género Asrtragalus como A. echonatus, A. incanus, A. macrorhizus, A. scorpioides o A. sasameus. Junto con otras especies con interés pascícola como Convolvulus lineatus, Erodium cavanillesii, Medicaco intertexa, Ophrys encunbateacea, Plantago albicans y Trifolium scabrum (OLMEDO COBO JA, 2019).

Fauna característica de este HIC


© José Ángel Rodríguez
Cordero alimentándose en una pradera de la Sierra de Baza.

Los majadales tienen un alto interés pascícola para la herbivoría, tanto doméstica como silvestre, dentro del grupo de los primeros son frecuentados fundamentalmente por ovejas, también cabras, que aprovechan las cortas hierbas que aquí se localizan, teniendo una notable importancia económica y dentro de la fauna silvestre de ungulados tiene una especial importancia, en el caso del Parque Natural Sierra de Baza, el ciervo rojo (Cervus elaphus), que encuentran en estas praderas naturales una importante fuente de alimentación, contribuyendo con su presencia en estos lugares, con la siega a diente de las plantas que aquí crecen, a mantener su biodiversidad y riqueza.

Valores de este HIC y consejos de gestión


© José Ángel Rodríguez
Majadal en la zona del Royo del Serval, en Gor.

Los majadales más abundantes en la región andaluza, son los majadales silicícolas debido a que los terrenos con sustratos básicos o neutro-básicos, con mejores aptitudes agrícolas, han sido tradicionalmente dedicados al cultivo, pero en el concreto caso de la Sierra de Baza el abandono de estos terrenos del cultivo ha motivado la progresiva recolonización por su originaria vegetación natural, formando unas bonitas praderas naturales con muy alto interés pascícola tanto para el ganado doméstico como la fauna silvestre, particularmente ciervos.

Estos majadales también desempeñan un importante papel en la conservación de suelos y recursos hídricos, contribuyendo a prevenir la desertización en zonas de riesgo. Por lo que al tiempo que proporcionan alimento de calidad para la ganadería y los herbívoros silvestres, suponen un recurso para el turismo de naturaleza, por el atractivo e interés paisajístico que estos majadales representan, sin olvidar sus funciones protectoras del suelo y favorecen la conservación del patrimonio agrocultural.


© José Ángel Rodríguez
El aprovechamiento ganadero sostenible es fundamental para la conservación y buena gestión de estos majadales.

Si el pastoreo es fundamental para la gestión de este HIC, para que no se degrade hacia un matorral o pierda su riqueza botánica, también debe evitarse el sobrepastoreo o redileo excesivo, que pueden degenerar estos pastizales, de modo que quedan fuera del ámbito de definición de estos HIC, los pastos que se alejan del óptimo de su gestión sostenible, como son los pastizales subnitrófilos, que aparecen usualmente bajo condiciones de sobrepastoreo, por lo que para mantener la riqueza botánica y faunística de estos majadales se hace necesario un aprovechamiento sostenible de los mimos, para lo que el pastoreo apropiado, con una carga ganadera adecuada a la capacidad del territorio, es la principal práctica de manejo agropastoril, de aquí que se venga considerando, que el adecuado manejo con el ganado de estos majadales es fundamental para el mantenimiento de estos tipos de hábitat, mediante el llamado aprovechamiento a diente. Por lo que se estima que el adecuado manejo de ganado equivale a gestionar el hábitat. O, de otro modo: si no hay manejo de ganado (o, en su caso, una gestión cinegética que dé lugar al mismo resultado ecológico, no hay HIC), hasta el punto de que se viene estimando que este HIC, se encuentra mucho más amenazado por abandono de gestión (no pastoreo o mal pastoreo) que por ninguna otra actuación que pueda tener un impacto negativo sobre el mismo (GUZMÁN ÁLVAREZ y otros).