Gato montés (Felis silvestris)
Fichas de Mamíferos
Orden Carnívora o Carnívoros:
3. Familia Félidos
Gato montés (Felis silvestris)
Cachorro de gato montés. © Antonio Vázquez.
Imagen facilitada por su autor fuera de concurso
FICHA TÉCNICA
Orden: Carnívora
Familia: Felidae
Género: Felis
Especie: Felis silvestris (Schreber, 1777)
Subespecies presentes: Aun cuando se ha descrito una subespecie (F.S. tartessia, Miller, 1907) para el Sur de la Península Ibérica , hoy en día no se encuentran admitidas las diferencias taxonómicas y se incluye como Felis silvestris silvestris.
Longitud del cuerpo: entre 50 y 80 cms.
Longitud de la cola: de 28 a 35 cms.
Alzada a la cruz: De 60 a 70 cms.
Peso: Los machos entre 5 y 10 kgs., las hembras entre 4 y 6 kgs. Excepcionalmente puede alcanzar los 14 kgs. (Brink, 1967).
Status de la especie: Especie catalogada de interés especial. Real Decreto 439/90, apartado II del catálogo de especies de interés especial. En la Directiva Hábitats , se incluye en el anexo III (especies estrictamente protegidas). Es una especie incluida en el Apéndice II de la Convención CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestre), cuyo comercio está totalmente prohibido.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
El gato montés o europeo es un mamífero carnívoro que, aunque presenta similitud con la raza doméstica conocida como “gato romano”, es más grande y corpulento que este. El gato montés posee un cráneo más ancho y robusto que el gato doméstico. También puede diferenciarse por la forma de la cola, así mientras que el gato doméstico y los híbridos tienen la cola fina y puntiaguda, la del gato montés es roma y gruesa. También pueden diferenciarse por la longitud del pelo, que suele sobrepasar los 4 cms. en el montés y no pasar de los 3 cms. en el doméstico.
La raza ibérica es de mayor tamaño que la del resto de Europa, pudiendo superar fácilmente los 8 Kgs. Los gatos monteses europeos, a su vez, se diferencian de los gatos monteses asiáticos (Felis ornata, Gray, 1830) en que tienen un color grisáceo, más amarillo o más rojizo del fondo, además de que los gatos monteses asiáticos suelen ser de menor tamaño que el europeo, pesando entre 3- 4 kilogramos (Schalle,1967, Roberts, 1977).
Es un animal solitario, tímido, crespuscular y nocturno, aun cuando se vuelve de hábitos más diurnos en invierno. Las horas de sol suele pasarlas en huecos de árboles y oquedades del terreno, siendo la hembra más sedentaria que el macho, que suele desplazarse en un radio de unos 20 Kms. a una velocidad de 3 a 6 Kms./hora, durante la noche, practicando una caza itinerante.
Tiene los sentidos muy desarrollados, particularmente la vista, adaptada a la visión nocturna, y el oído. Es muy silencioso cuando acecha o persigue a una presa, pudiendo dar grandes y ágiles saltos cuando tiene a las víctimas en sus proximidades, a las que agarra primero con las uñas de sus garras retráctiles, para buscar su nuca en los animales pequeños, donde les muerde hasta causarle la muerte, mientras que en las presas de mayor tamaño les muerde en la base del cuello, hasta producirle la muerte por asfixia o parada cardiaca. Las presas las consume en el lugar de caza, aunque cuando en caso de sentirse en peligro puede taparlas con maleza para volver después a comerlas o llevarlas a lugares elevados en que se encuentra más seguro (una roca, el tronco de un árbol, etc.).
El gato montés es un típico predador de roedores, aun cuando las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e incluso insectos también constituyen un porcentaje significativo de su dieta. No consume los frutos otoñales. Se estima que gato montés tiene unas necesidades alimenticias de unos 500 gramos diarios.
Es un animal esencialmente forestal y territorialista, pero se estima (Castells y Mayo, 1993), que es posible que su único territorio sea lugar de descanso, mientras que puede existir un amplio solapamiento de su área de campeo y una cierta jerarquía en la explotación de estas zonas de modo que si bien comparten áreas de campeo, caza y bebederos, no suelen utilizarlas al mismo tiempo, existiendo una jerarquía que ha sido denominada de “utilización de servicios”, si bien no es muy rígida, ni tampoco definitiva, siendo las hembras más territoriales que los machos, particularmente cuando están criando, no tolerando la presencia de otros congéneres en las inmediaciones del cubil, posiblemente por el temor de que ataque y devore a las crías.
Un hábito muy curioso dentro de la etología de la especie ha sido descrito por Leyhausen (1988) que lo ha llamado “la hermandad de los gatos machos”, el que lo describe del siguiente modo: cuando los machos se encuentran por primera vez lo normal es que anden a la brega; como consecuencia de estos enfrentamientos todos los gatos se conocen entre sí y establecen una jerarquía que les permite aprovechar comunalmente los recursos y disponer de un territorio conjunto de caza. Al caer la tarde suelen reunirse amistosamente, respetando cada uno las distancias individuales de los otros e incluso respetando esta jerarquía en la época de celo. Sin embargo los combates son muy duros cuando un joven macho se considera preparado parar entrar en la hermandad. En este caso, señala Leyhausen, se establecen duros combates y el joven ataca una y otra vez a los machos viejos, aun cuando suele salir estrepitosamente derrotado, sufriendo heridas más o menos graves. Pero apenas se cierran las heridas vuelve a plantear combate a los viejos machos. Cuando tras aproximadamente un año de mantener esta situación de enfrentamientos, si no se ha visto finalmente dominado, ni se ha visto obligado a dejar la zona, tiene ya un lugar en la hermandad, no produciéndose nuevos combates sino con otros ejemplares jóvenes que quieren iniciar el mismo proceso de introducción en la hermandad.
El ancestro más antiguo que se le conoce al gato es el MIACIS, uno de los primeros mamíferos en poblar la tierra, de craneo achatado, cuerpo largo y delgado, patas cortas y cola larga. Se cree que habitaba en los árboles, cazando pequeños animales para alimentarse. Como los gatos de hoy en día poseía uñas retráctiles que usaba para cazar, pelear, correr y trepar los árboles. Es aceptado por la gran mayoría de los científicos como el ancestro de mapaches, osos, civetas, hienas, perros y gatos. De este MIACIS, surgieron dos grandes líneas de félidos una de las cuales, la de félidos de gran tamaño da origen al Smilodon (el tigre dientes de sable) de la cual no quedan exponentes pues toda esa línea se extinguió. La otra, que incluye al Dinictis produjo una serie de felinos más pequeños, ágiles e inteligentes que el Smilodon. Muchos investigadores coinciden en que esta línea es la que dio origen a todos los felinos existentes hoy en día, incluido el gato montés y el gato doméstico. Por lo que taxonómicamente se encuentra ya superada la idea muy arraigada entre antiguos naturalistas que el gato doméstico desciende del gato salvaje egipcio (Felis lybica), pero hoy en día se considera que tanto el gato montés o europeo como el egipcio o africano arrancan, al igual que el gato montés asiático, de un mismo tronco: el Felis catus, del que derivaron hasta constituir estas especies, que en realidad constituyen subespecies del Felis catus. Esto explica que según los estudios más modernos, el gato montés y el doméstico se pueden cruzar entre sí y que sus descendientes sean perfectamente fértiles, lo que está creando problemas para conservar la pureza de la especie.
© José Ángel Rodríguez
Gatos montés fotografiado en libertad en la Sierra de Baza. Son apreciables los largos pelos de los bigotes o vibrisas, así como sus pupilas verticales, adaptadas a la visión nocturna.
DATOS DE LA ESPECIE
- Longevidad: Entre 6 y 12 años en libertad. Excepcionalmente puede alcanzar los 15 años.
- Celo: El gato montés es polígamo, siendo apareada una sola hembra por uno o más machos. Se produce un solo celo al año, normalmente entre febrero-marzo. La existencia de partos tardíos, por cópulas fuera del normal período de celo, hizo creer durante algún tiempo a los naturalistas que podían producirse dos celos al año, lo que se ha evidenciado no es cierto.
- Gestación: La gestación dura de 63 a 69 días.
- Época de parto: Hacia abril o mayo, momento en que la hembra da a luz en el interior de una madriguera a la camada.
- Parto: Una sola camada al año, en la que nacen de 1 a 8 cachorros, habitualmente de 3 a 4.
- Duración de la lactancia: Los gatitos al nacer pesan unos 200 gramos . No abren los ojos hasta los 10-12 días y son amantados durante 4 semanas. A los 3 ó 4 meses alcanzan su independencia, pero continúan cazando durante algún tiempo con la madre.
- Madurez sexual. Alcanzan la madurez sexual a los 10 meses, pudiendo reproducirse en la temporada de cría siguiente a su nacimiento, con más probabilidad en las hembras.
- Alimentación. El gato montés es un típico predador de roedores, aun cuando las aves (particularmente pájaros), anfibios, reptiles e incluso insectos también constituyente un porcentaje significativo de su dieta. No consume los frutos otoñales. Se estima que gato montés tiene unas necesidades alimenticias de unos 500 gramos diarios.
- Hábitats. El gato montés es una especie esencialmente forestal, que se extiende por toda la península ibérica, aunque está ausente de las zonas urbanas, estepa y parajes desérticos.
- Huellas. Aun cuando el gato montés tiene cinco dedos en la pata delantera y cuatro en la trasera, siempre presenta cuatro almohadillas digitales (excepcionalmente tres) sin uñas (son retráctiles) y una gran almohadilla plantar. Las dimensiones son de 4 x 4,5 cms. (en ocasiones hasta 6 cms.) con un aspecto prácticamente circular muy característico. La huella de gato doméstico es de menor tamaño (3 x 3 cms.) y están más abiertas las marcas digitales. También puede confundirse con la de la gineta, la que es de menor tamaño (3,5 x 3 cms.) y no tan redondeada como la del gato montés, en la gineta está también más juntas las almohadillas y puede marcar un quinto dedo, lo que no hace nunca el gato montés.
© Proyecto Sierra de Baza
Huellas de gato montés al paso, sobre arcilla. Arroyo de Moras.
- Excrementos: Los excrementos del gato montes tienen una longitud de 4 a 8 cms. y un grueso de 1 a 1,5 centímetros , rematados en un extremo en una punta muy característica. Suele formar letrinas o cacarruteros dentro de su territorio, los que normalmente cubre con tierra, sin embargo en los bordes territoriales los deposita en lugares elevados.
- Otros rastros. Al subir a los árboles, particularmente en los caducifolios de corteza blanda, deja marcadas las uñas en el tronco.
- Dimorfismo sexual: El macho es ligeramente mayor que la hembra: un 15-25 %. También son apreciables los testículos en los grandes machos.
- Enemigos naturales. En España sus principales enemigos son el águila real, a la que puede hacer frente, llegando matarla, el lobo y el lince.
- Principales problemáticas: Aun cuando la especie no tiene interés peletero, la creencia de que el gato montés puede atacar a las especies domésticas y de caza, ha supuesto un continuo acoso sobre el animal, si bien Heptner y a Sludskii (1972) en un riguroso estudio han puesto de manifiesto que los gatos domésticos y los híbridos atacan con más frecuencia a las aves de corral que el gato montés, el que se muestra muy receloso de la presencia humana. Por lo que muchos ataques imputados al gato montés en realidad procede de especies domésticas o híbridas. Otra problemática es la derivada del cruce de gatos monteses con ejemplares domésticos (gatos cimarrones), que está creando problemas para conservar la pureza de la especie.
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Silueta del gato montés.
Longitud de la cabeza más cuerpo: hasta 80 cms. Longitud de la cola: hasta 35 cms.
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Craneo del gato montés.
HUELLAS
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Detalle de la pata delantera de un gato montés, en la que se aprecian las características de su planta.
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Huella sobre arena, con su característica forma redondeada. El Raposo.
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Huella sobre arcilla. Arroyo de Moras.
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Huella en el interior de una gruta natural en la que ha dejado marcada en la arcilla solo tres huellas digitales (excepcional) y la plantar. Casas de Don Diego.
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Huella de gato doméstico sobre barro, en la que es apreciable la diferencia de esta especie con el gato montés: más estilizada y delgada la del gato doméstico, además de menor tamaño.
OTROS RASTROS:
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Excrementos territorialistas de gato montés sobre un tronco. Tienen una longitud de 4 a 8 cms. y un grueso de 1 a 1,5 centímetros , rematados en un extremo en punta. Rincón de la Mina.
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Cagarrutero o letrina en la que se acumulan los excrementos de gato montés. Arroyo Uclías
© Proyecto Sierra de Baza
Marcas de gato montés en un tronco al trepar. Son más cortas y aparecen más marcadas que las de la gineta. Arroyo Uclías.
El gato montés, que ya fue citado en esta sierra en el S. XVIII por el Abab Navarro, que destacaba su abundancia junto a otras llamadas por él alimañas, es un carnívoro bien representado actualmente en la Sierra de Baza, de modo que si bien su presencia no es fácil que se produzca por contacto directo sí hemos detectado sus excrementos y huellas en un amplio número de lugares (Cerro de la Mina , en las proximidades de Narváez, zona de El Raposo, y en los Arroyos Uclías y de Moras, así como en las Casas de Don Diego). Parecer ser que los hábitats preferido por la especie son los sotos de riberas.